Europa

El Papa: "La religión no es un problema que haya que solucionar"

    El Papa con Isabel II. <i>Imagen: Archivo</i>


    El Papa ha asegurado este viernes que la religión "no es un problema" que los legisladores deban solucionar, sino un factor que contribuye al debate nacional, al tiempo que ha denunciado los intentos que existen para "silenciarla".

    Ante unas 2.000 personas reunidas en Westminster Hall, donde fue condenado a muerte Tomás Moro en 1535 por no abjurar de su fe católica, Benedicto XVI ha señalado que el mundo de la razón y el de la fe se necesitan y que no deberían tener miedo de entablar un diálogo profundo y continuo.

    "En otras palabras, la religión no es un problema que los legisladores deban solucionar, sino una contribución vital al debate nacional", ha indicado al auditorio, entre el que se encontraba el primer ministro británico, James Cameron, y sus antecesores Margaret Thatcher, John Major, Tony Blair y Gordon Brown.

    Silenciar la religión

    El Papa ha expresado, desde ese punto de vista, su preocupación por la "creciente marginación" de la religión, especialmente la cristiana, en algunas partes del mundo, incluso, ha asegurado, en naciones que otorgan un gran énfasis a la tolerancia.

    "Hay algunos que desean que la voz de la religión se silencie, o al menos que se relegue a la esfera meramente privada. Hay quienes esgrimen que la celebración pública de fiestas como la Navidad deberían suprimirse según la discutible convicción de que ésta ofende a los miembros de otras religiones o de ninguna", ha denunciado.

    El Papa Ratzinger ha criticado asimismo que se pretenda que los políticos cristianos actúen contra su conciencia, lo que ha considerado "signos preocupantes de un fracaso no sólo de los derechos de los creyentes en la libertad de conciencia y religiosa, sino también del legítimo papel de la religión en la vida pública".

    También se ha referido a la crisis financiera mundial y dijo que la falta de ética en la actividad económica ha contribuido a la situación en la que viven millones de personas en el mundo.