Especial Tecnología y Startups
Cómo ganar dinero sin morir en el intento
Amador G. Ayora
Una de las consecuencias positivas de la pandemia, quizá la única, fue la extensión de las comunicaciones online que permitieron sobrevivir desde bares o restaurantes a miles de empresas que utilizaron el teletrabajo para poder mantener su actividad.
El crecimiento del comercio electrónico entre los españoles jóvenes y menos jóvenes, es ya imparable. Las plataformas de distribución vieron crecer exponencialmente la demanda de sus servicios. Sectores como el textil o incluso el de alimentación, que mantuvo abiertos los supermercados al tratarse de un servicio esencial, duplicaron su cuota del 3 al 6 por ciento. La lección para las empresas es que la tecnología es imprescindible para su existencia.
Pero estar en internet no es tener una página web, que recoja la oferta de productos, significa una completa digitalización del desarrollo de su negocio. Desde la generación del producto hasta su consumo final pasando por su promoción o la automatización de de los proceso de producción y de venta.
Entre las tendencias que cualquier empresa debe tener en cuenta para el crecimiento de su negocio digital están conceptos como el de la Inteligencia Artificial, la automatización de los procesos (piense en la cantidad de minutos que muchos empleados pierden cada día desarrollando tareas sencillas y repetitivas, que podrían automatizarse con un software adecuado); las soluciones webRTC (permiten recibir directamente audio, video y documento a través de una conexióna internet); las soluciones cloud (los servicios en la nuble facilitan el crecimiento y la adaptación de las empresas a las tendencias de forma sencilla y poco costosa) y servicios como la extensión del 5G ó el Wifi 6.
Cómo explicamos en las páginas de este suplemento, se pasó del internet de las cosas al internet de las cosas, que como su nombre indica permite la interconexion desde sensores o dispositivos mecánicos hasta objeto cotianos como frigoríficos, calzado ó ropa para que pueda interaccionar sin la intervención humana, al internet de todo, en el que también las personas y los animales envían sus propios datos.
El próximo paso, que está ya en marcha, es el internet del comportamiento, que añade la posibilidad de identificar nuestros hábitos o comportamientos, de manera que a través del conocimiento de estos datos pueda influir en ellos, mediante un sistema de incentivos. Todos hemos experimentado ya la recepción de regalos ó compensaciones por adquirir una determinada práctica. El mundo que viene será interconectado y virtual, de manera que será difícil distinguir qué es real o no. Escapar de estas tendencias ó negarse a seguirlas es abocar al fracaso cualquier proyecto de emprendimiento ó negocio futuro.