Especial Empresas América
Enagás consolida su estrategia internacional con su entrada en Estados Unidos
- Además de EEUU, la compañía ya tenía presencia en México, Perú y Chile
- La gasista cuenta en Chile con un elevado potencial de crecimiento
Víctor Barahona
En el primer trimestre de este año, la compañía de infraestructuras gasistas Enagás ha dado un contundente paso en la diversificación de su negocio internacional. Y es que Estados Unidos, el mercado con mayores oportunidades de crecimiento del mundo para infraestructuras de midstream (transporte de hidrocarburos), se suma al listado de países en el que la empresa -con 50 años de historia a sus espaldas- tiene presencia: España, México, Chile, Perú, Grecia, Albania e Italia.
Para la compañía, la entrada al país estadounidense se ha realizado por la puerta grande, pues ha cerrado un acuerdo con filiales de Blackstone Infrastructure Partners y GIC (Fondo soberano de Singapur) para invertir 590 millones de dólares en una participación indirecta del 10,93 por ciento en la estadounidense Tallgrass Energy (TGE).
Tal y como señalan desde la propia compañía, "esta operación es un hito para Enagás", porque -además de entrar en el gigante mercado de EEUU- la empresa se asocia como socio industrial a la propietaria de tres gasoductos interestatales regulados por la Federal Energy Regulatory Commission (FERC).
En total, Tallgrass cuenta con 11.000 kilómetros de gasoductos de transporte, 2.400 kilómetros de gasoductos de extracción de gas y un oleoducto de 1.300 kilómetros. A esto se suma una cartera de proyectos en el mercado americano en los que Enagás podría participar y una base de clientes y contratos take or pay que permitirán lograr un dividendo y resultado bruto de explotación sostenibles.
Por otra parte, en su condición de socio industrial, Enagás cuenta con un puesto en el Consejo de Administración de Tallgrass, pudiendo aportar a la compañía su experiencia en el desarrollo, operación y mantenimiento de infraestructuras gasistas.
Este nuevo movimiento encaja con la estrategia de Enagás de mantener la máxima eficiencia y seguridad en la operación del Sistema Gasista español y continuar creciendo como compañía para mantener e incrementar el empleo y conservar la confianza de los accionistas; un proceso de internacionalización que se inició en 2011 y que, de cara a los próximos cuatro años, seguirá teniendo entre sus principales líneas el desarrollo de su core business (negocio principal). ¿Cómo? A través de la inversión en los mercados de mayor potencial de crecimiento. Tal y como explican desde Enagás, estos son Europa y los países americanos del Eje del Pacífico: México, Perú, Chile, Colombia y Estados Unidos.
En el Eje del Pacífico
Precisamente, antes de entrar en Estados Unidos, Enagás ya estaba presente en tres de los países del Eje del Pacífico: México, Chile y Perú. Su aterrizaje en el país mexicano sucedió en el año 2011, siendo el primer destino de Enagás en su actividad internacional. Entonces, Enagás adquirió una participación del 40% en la planta de regasificación TLA Altamira, cuya ubicación en el Golfo de México le otorga una posición estratégica. Dicha terminal cuenta además con un atraque para buques de hasta 217.000 metros cúbicos y recibe a metaneros de distintas partes del mundo, lo que se traduce en una mayor diversificación del suministro y en una mayor seguridad energética para el país.
También en México, Enagás forma parte -en un 50%- del consorcio que desarrolló y construyó el gasoducto del estado de Morelos, en la región centrosur del país. Con el objetivo de transportar gas natural desde Tlaxcala, esta infraestructura tiene una longitud de 171 kilómetros y una capacidad de más de 9 metros cúbicos diarios.
La presencia de Enagás en México se extiende también al estado de Tamaulipas. Y es que la compañía desarrolló y puso en marcha, junto a la mexicana Fermaca, la Estación de Compresión de Soto La Marina, a finales de 2015. Con una capacidad de compresión de gas natural de hasta 19 bcm (miles de millones de metros cúbicos), la estación favorece la capacidad de transporte gracias a una interconexión con el gasoducto San Fernando-Cempoala.
Estos datos ejemplifican la importancia de Enagás para garantizar el suministro energético del país mexicano; una labor que se replica en Chile, segunda parada en el proceso de internacionalización iniciado hace casi una década por la compañía.
En este caso, la presencia de Enagás en el país vino de la mano de la Planta de Regasificación GNL Quintero, en la que participa desde 2012. Enagás es actualmente el accionista mayoritario, con una participación indirecta del 45,4%. La ubicación estratégica de la infraestructura -en el centro del país, concretamente en la Bahía de Quintero- y su capacidad de almacenamiento, 330.000 metros cúbicos, permite abastecer de gas natural a segmentos como el residencial, comercial, industrial, de transporte y generación eléctrica.
En Perú, Enagás también favorece el transporte de hidrocarburos a gran parte del país, gracias a su participación del 28,94% en Transportadora de Gas del Perú (TGP) y del 51% en la Compañía Operadora de Gas del Amazonas (Coga), que opera y mantiene alrededor de 1.500 kilómetros de gasoductos y estaciones de compresión en el país peruano.
Claves de su internacionalización
Este año, Enagás ha presentado su Actualización Estratégica y Perspectiva 2019-2023. Así, para este periodo, la compañía centra su proceso de internacionalización en tres pilares de crecimiento: jugar un papel relevante en la integración del mercado de gas europeo, desarrollar y operar infraestructuras de gas en mercados dinámicos con mayor potencial de crecimiento y fortalecer la posición de especialista global en infraestructuras de gas natural licuado (GNL). El presidente de Enagás, Antonio Llardén, señalaba en marzo que este nuevo movimiento "es una continuación de la estrategia muy clara que seguimos desde 2011".
Como informan desde la compañía, a finales de este año Enagás habrá invertido alrededor de 2.200 millones de euros en proyectos brownfield (instalaciones en explotación) desde que inició su actividad internacional hace ocho años.
Además, al terminar el periodo 2019-2023, la contribución del resultado de las sociedades participadas al beneficio después de impuestos de Enagás estará en torno al 40%.
Con la transición energética
Cabe destacar, también, que la internacionalización de Enagás se desarrolla en paralelo a su Estrategia de Sostenibilidad, que responde a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.
La transición energética actual pasa por la innovación. En este sentido, la compañía española desarrolla en sus infraestructuras proyectos pioneros en el sector, que han permitido reducir el 30 por ciento de sus emisiones de CO2 en el periodo 2016-2018 respecto a 2013-2015.
En esta línea, también promueve los nuevos usos del gas en sectores como, por ejemplo, el transporte y participa en diversos proyectos para el desarrollo de los gases renovables -biogás/biometano e hidrógeno- y su inyección en la red de infraestructuras gasistas existente. Para avanzar en esta materia, Enagás ya ha firmado 14 acuerdos con empresas e instituciones.
Además de las diferentes iniciativas que impulsa de forma directa, la empresa contribuye al proceso de descarbonización a través de su programa Enagás Emprende. En el marco de esta iniciativa, se han creado siete startups, que también contribuyen, con su actividad, a la transición ecológica.