Persistir en la normalidad para lograr el progreso

Ha pasado más de un año desde que he sido designado como embajador de Argentina ante el Reino de España. Tengo que decir que el saldo ha sido y es muy positivo. Hemos tenido una agenda muy intensa y fructífera.

Han visitado España un promedio de un ministro argentino por mes con agendas que conllevarán consecuencias de prosperidad y bienestar para nuestras naciones. Hemos recibido y tramitado consultas de más de 700 empresas españolas que se han interesado por el nuevo contexto argentino. También hemos celebrado acuerdos entre áreas estratégicas de la Administración.

Tengo la certeza de que hemos logrado normalizar las relaciones entre nuestros países. Debo reconocer que la tarea era sencilla, porque es tanto lo que nos une que resultaba difícil encontrar motivos para estar separados. Y debemos mirar al futuro. Hemos comenzado esta nueva etapa repletos de entusiasmo, confianza y esperanza. En este sentido, la visita de Estado del presidente Macri en febrero ha sido toda una muestra del cariño que el pueblo español tiene a mi país.

Ha sido, sinceramente, emocionante poder observar cómo todo el arco político, institucional y la sociedad civil española se volcaron de lleno para hacernos sentir el cariño que nos tienen y el respeto que les merece una nación que ha decidido estar de vuelta en el escenario internacional para insertarse de manera inteligente en el mundo.

Es un auténtico orgullo y un honor haber sido designado para desempeñar mis funciones como embajador ante el Reino de España. Los argentinos que vivimos acá nos sentimos como en casa, pues somos una familia iberoamericana preexistente. Por eso festejo que esta parte fundamental de la familia haya vuelto a reencontrarse gracias al esfuerzo de voluntades de ambas orillas que durante estos 16 meses no han descansado para que regresemos a un escenario de normalidad.

Persistir en la normalidad será la fórmula para contribuir al progreso de nuestras naciones generando el motor de crecimiento, inclusión y justicia social que nuestros pueblos se merecen.