Especial Empresas América
El coronavirus pilla a la economía de México 'con los dedos en la puerta'
- El parón industrial, el colapso del petróleo y la distancia social complican el panorama
- La estrategia del gobierno de AMLO dejó desprotegidas a las pymes
Ana Gabriela Jiménez Cubría
El impacto económico del COVID-19 en la economía mexicana comienza apenas a vislumbrarse en toda su gravedad, pero el virus apareció para dar el tiro de gracia a una economía que se había venido debilitando durante todo el año anterior, en el marco del primer año de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador (conocido como AMLO).
El declive económico se confirmó en enero pasado, cuando el PIB de México se contrajo por primera vez en 10 años tras cinco trimestres consecutivos sin acumular ganancias. Hasta ese momento las noticias sobre el coronavirus parecían lejanas, pero a medida que el COVID-19 avanzó hacia América comenzaron los pronósticos pesimistas y los especialistas anticipaban un golpe cada vez más duro, dado que el país tendría que gestionar un cierre económico con 52,4 millones de personas viviendo en situación de pobreza y una informalidad del 56,2% de la población económicamente activa (PEA).
A este panorama se sumó el shock de los precios internacionales del petróleo. Si bien Pemex ya no tiene el peso que tenía sobre la economía mexicana, el crudo representa el 18% de los ingresos fiscales que el Gobierno había calculado para el ejercicio de 2020. Pero la paralización de la demanda de combustibles a nivel mundial por el confinamiento tiró el precio del barril mexicano hasta -2,37 dólares, una caída de 116,52% el pasado 20 de abril, y con ello se fueron por la borda las expectativas de los presupuestos para este año.
El dato del PIB para los primeros tres meses de 2020 resultó en una contracción de 2,2% interanual, la mayor en 11 años. Pero los analistas consideran que lo peor vendrá en el segundo trimestre. El pronóstico más pesimista es el de Credit Suisse, que anticipa un descalabro de -9,6% entre abril y junio. Para la directora de análisis económico y financiero de Banco Base, el actual es un "sexenio perdido" en materia económica.
El triple golpe
El banco estadounidense JP Morgan señaló en un reporte que México se encontraba navegando por una "tormenta perfecta", al absorber el "triple golpe" que representan la paralización de las manufacturas, el colapso del petróleo y la distancia social, y diagnosticó que la economía del país se derrumbará un 15,5% en el año.
Los indicadores no dejan lugar para el optimismo. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que durante abril se registró la mayor pérdida de empleos formales desde que se tiene registro, con la desaparición de 555.247 puestos de trabajo, que sumados a los de marzo dan un total de 685.000. Instituciones como la calificadora HR Ratings o el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) calculan que durante este año la destrucción de empleos formales superará los 800.000.
Las manufacturas y la construcción, los dos sectores que más aportan al PIB, se encuentran en terapia intensiva. El índice de producción manufacturera de marzo -con apenas 10 días de cuarentena- tocó su peor nivel desde 2002, con una contracción de 16,8%, mientras que el indicador de la actividad de la construcción tuvo un retroceso de 46,8%. A la espera de los datos de abril para las manufacturas en general, el desplome de la industria automotriz ya pinta un panorama sombrío para el sector, al registrar una caída de 98% en la producción de automóviles en el cuarto mes del año.
Dinero más barato
El freno económico se ha reflejado en la inflación. El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) tocó en el cuarto mes del año su nivel más bajo desde 2016 al arrojar una tasa anual de 2,15%, cifra que se encuentra en el límite de la tasa objetivo del Banco de México de 3,0% más/menos un punto porcentual.
Ante estas condiciones económicas el banco central mexicano repitió la dosis de recorte a su tasa de interés de referencia por octava ocasión consecutiva llevando los tipos hasta 5,50% por decisión unánime de la Junta de Gobierno. Solo en 2020, la institución liderada por Alejandro Díaz de León ha recortado el costo del dinero cuatro veces, dos de ellas de manera extraordinaria. No obstante, la tasa mexicana sigue entre las más altas entre las economías emergentes. Ajustada por inflación, el tipo mexicano estará en 3,76%, nivel considerablemente mayor al que paga Brasil (0,18), o Argentina, en donde hay una tasa negativa del 1,90%.
Entre enero y marzo México volvió a ser el primer socio comercial de EEUU
Las exportaciones siguen siendo, pese a todo, un punto fuerte para la economía mexicana. De acuerdo con datos de la balanza comercial para el primer trimestre del año, el país desplazó a China como el principal socio comercial de Estados Unidos, en gran parte debido a la guerra comercial entre Pekín y Washington, que erosionó sus intercambios en el primer tramo del año, y por el paro de la economía china debido a la pandemia.
Entre enero y marzo México destinó a su vecino del norte el 15,2% del total de sus exportaciones e importaciones totales. El intercambio comercial entre las dos naciones fue de unos 135.100 millones de euros (147.775 millones de dólares) en los primeros tres meses del año, un 1,9% menos que en el mismo periodo de 2019, cuando se logró una cifra histórica en envíos mexicanos a territorio estadounidense de cerca de 327.400 millones de euros (358.126 millones de dólares).
En marzo de 2019, López Obrador se ufanaba de que el peso mexicano estaba "fortachón", pero esa fortaleza se ha desvanecido de cara a la crisis económica. A finales del año pasado la divisa mexicana había recuperado casi un 10% del valor que perdió durante la Administración de Enrique Peña Nieto y cotizaba por debajo de las 20 unidades por dólar, pero el deterioro generalizado de la economía y la crisis petrolera llevaron al tipo de cambio a su mínimo histórico de 25,13 pesos por dólar a finales de abril. Hasta la tercera semana de mayo, la moneda mexicana se ha depreciado un 25%.
Una estrategia insuficiente
El Gobierno de López Obrador ha sido ampliamente criticado por su estrategia para enfrentar la crisis. El plan de reactivación económica frente a la crisis sanitaria presentado por el mandatario fue señalado como "insuficiente" por la cúpula empresarial al contener en su mayoría "medidas irrelevantes" que no protegen el empleo ni apoyan a las familias mexicanas.
La estrategia de AMLO no contempla alivios fiscales para las pequeñas y medianas empresas, que aportan el 52% del PIB y generan el 78% del empleo en el país, pese a que alrededor de 1,7 millones de pymes han tenido que suspender actividades por la contingencia, como proponía un documento presentado por el conjunto de las cámaras empresariales al Ejecutivo desde el mes de marzo.
Pese a contar con opciones, como una línea de crédito flexible por parte del FMI, el Gobierno de la "Cuarta Transformación" se ha negado a adquirir deuda, Como lo hicieron las administraciones de la "etapa neoliberal".
El plan mantiene, en cambio, los megaproyectos de infraestructura que López Obrador anunció desde el inicio de su sexenio, como la construcción de una refinería en Tabasco, así como el Tren Maya en la península de Yucatán y el Aeropuerto de Santa Lucía, obra que reemplaza al Aeropuerto Internacional de México, cancelado en 2018.
También se mantiene el reparto de 1.630 millones de euros (42.000 millones de pesos) en apoyos sociales a adultos mayores y se destinarán recursos adicionales a Pemex por 2.500 millones de euros (65.000 millones de pesos).