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Se dispara la cifra de muertos en Gaza, en situación humanitaria alarmante



    La franja de Gaza, donde murieron al menos 774 personas en 13 días de ofensiva israelí, afrontaba una situación humanitaria más alarmante aún tras la suspensión el jueves de las operaciones de la principal agencia de la ONU, cuyo Consejo de Seguridad llamó en una resolución a un alto el fuego inmediato.

    La resolución 1860 del Consejo de Seguridad, adoptada en la noche del viernes a las 02H30 GMT, fue adoptada por 14 votos de 15, con la abstención de Estados Unidos. Ella "señala la urgencia y hace un llamado por un alto el fuego inmediato, duradero y plenamente respetado, que lleve a un retiro completo de las fuerzas israelíes de Gaza".

    La resolución "condena todo acto de violencia y hostilidad dirigida contra civiles y todo acto de terrorismo", y "llama al reparto sin obstrucciones en toda la franja de Gaza de la ayuda humanitaria".

    La resolución llega tras tres días de intensas negociaciones en la sede de la ONU entre cancilleres occidentales y de países árabes.

    En el momento de su adopción, las operaciones israelíes continuaban en la franja de Gaza.

    Seis palestinos, pertenecientes en su mayoría a la misma familia, murieron en ataques aéreos en Beit Lahiya y Jabaliya, en el norte de la franja, según fuentes médicas y testigos.

    Al menos 774 personas han muerto en la franja de Gaza desde el comienzo el 27 de diciembre de la operación militar israelí contra el movimiento islamista Hamas, según los servicios de emergencia palestinos. Más de 3.200 personas han resultado heridas.

    El jueves, la situación humanitaria se hizo más alarmante.

    La Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA) decidió suspender sus operaciones en Gaza el jueves, después de que uno de sus convoyes resultase alcanzado por un obús del ejército israelí.

    Un conductor palestino murió en el incidente, ocurrido cerca del paso de Erez, entre Gaza e Israel.

    "Mantendremos esta suspensión mientras las autoridades israelíes no garanticen la seguridad de nuestros equipos", declaró el portavoz de la UNRWA, Chris Gunness.

    Este último denunció una situación humanitaria "crítica" que, recalcó, empeora "de hora en hora", pese a la interrupción diaria de tres horas de los combates por el ejército israelí, que Gunness calificó de "insuficiente".

    El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó el ataque contra el convoy de la UNRWA, que iba identificado con las banderas de la organización.

    Según Gunness, al menos un millón de los habitantes de Gaza están sin luz, 750.000 no tienen agua y todos los hospitales funcionan sólo con generadores de emergencia.

    "Disponemos de reservas alimentarias para varios días, no para semanas", insistió el portavoz de la UNRWA.

    El departamento estadounidense de Estado, por su parte, pidió a Israel que prolongue los horarios de acceso de la ayuda de emergencia y denunció una situación humanitaria "terrible".

    Los servicios de emergencia palestinos aprovecharon las tres horas de calma para recuperar al menos 35 cadáveres en zonas hasta ahora inaccesibles para las ambulancias.

    Más de 20 personas, entre ellas mujeres y niños, murieron el jueves en Beit Lahiya y Jabaliya, donde se registraron violentos combates entre soldados israelíes y militantes palestinos.

    En horas de la noche una ucraniana y su bebé, así como una marroquí y otros dos miembros de su familia murieron a causa de disparos de la artillería israelí.

    Tres soldados israelíes, dos de ellos oficiales, murieron en acciones en el norte de la franja de Gaza, informó un portavoz del ejército.

    Con esas muertes ascienden a diez los militares israelíes muertos desde el comienzo de la ofensiva.

    En el frente diplomático, un emisario de Israel -Amos Gilad- abordó en El Cairo un plan de alto el fuego del presidente egipcio, Hosni Mubarak, elaborado en coordinación con su homólogo francés, Nicolas Sarkozy.

    Hamas y otras organizaciones radicales palestinas desde Damasco estimaron que la iniciativa egipcia no constituye una "base válida" para una tregua, dijo el jueves un portavoz palestino.

    Y, por segunda semana consecutiva, Hamas instó a los palestinos a mantener el viernes una "jornada de ira" con manifestaciones en Jerusalén Este y Cisjordania contra la ofensiva israelí.

    Otros dieciséis proyectiles cayeron el jueves en el sur de Israel, según el ejército, hiriendo a cuatro soldados israelíes, dos de ellos de gravedad.

    En el norte de Israel, al menos dos cohetes Katiucha lanzados desde Líbano impactaron en el oeste de Galilea, hiriendo levemente a dos mujeres, según un último balance.

    El ejército respondió disparando varios obuses en dirección a Líbano.

    Israel relativizó el alcance de este ataque -que no fue reivindicado-, cuidándose de evitar un segundo frente. El movimiento chiita libanés, enemigo jurado de Israel en Líbano, negó toda implicación.