España

CiU vence sin mayoría absoluta y el PSC retrocede: conquistar la Generalitat, de nuevo, depende de un pacto



    Convergencia i Unió (CiU) ha ganado las elecciones catalanas al obtener 48 escaños, lejos de la mayoría absoluta, mientras que el PSC ha perdido cinco escaños respecto a la anterior convocatoria, bajando hasta 37. En este escenario, los pactos volverán a ser decisivos para la formación del nuevo Gobierno de la Generalitat.

    Con el 99,98 por ciento de los votos escrutados, CiU ha obtenido el 31,52 por ciento de los votos, que se traduce en 48 escaños, mientras que el PSC, que gobernaba en coalición minoritaria con ICV tras la salida de ERC del 'Govern', es la fuerza más castigada al retroceder cinco escaños y quedarse con 37.

    Mientras, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) continúa siendo la tercera fuerza más votada pero con 21 escaños, dos menos que en 2003 y ICV sube tres escaños para situarse en 12. El PP obtiene un escaño menos, 14, y la recién creada Ciutadans-Partit de la Ciudadanía debutará en el Parlamento catalán con tres escaños.

    Reacciones

    "Espero que esta vez ninguno discuta la victoria de CiU. No lo decimos por presumir, sino porque en todas las democracias (...) siempre se reconoce la victoria de quien ha ganado las elecciones, las ha ganado limpiamente y además estando en la oposición", dijo Artur Mas a sus militantes.

    El dirigente nacionalista agregó que CiU iniciará inmediatamente el diálogo con otros partidos para formar gobierno.

    CiU es la primera fuerza política tanto en escaños como en porcentaje de votos, mientras que en 2003, sólo ganó en escaños. No obstante, para gobernar tendrá que pactar con otra formación - el PSC o ERC - para alcanzar el apoyo mínimo de 68 parlamentarios en el Parlamento para investir al presidente de la Generalitat.

    Además, existe un tercer escenario, y es la reedición del 'tripartito' entre PSC, ERC y ICV.

    Declaraciones de Montilla

    El socialista José Montilla, que ha sustituido como candidato del PSC al actual presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, atribuyó el retroceso de su partido a algunos errores y al fin precipitado de la legislatura, pero recordó que las fuerzas de izquierdas tienen suficientes escaños para intentar formar un nuevo gobierno y prometió trabajar por ello.

    "Ninguna fuerza tiene suficiente apoyo para formar un gobierno. Es hora de pactar. Manifiesto mi voluntad de hacer un gobierno catalanista y de progreso, con sólida base parlamentaria, que despliegue el Estatut, para ponerlo al servicio de los ciudadanos (...) Me voy a poner a trabajar para hacerlo posible", declaró Montilla.

    ERC no "cierra ninguna puerta"

    Por su parte, el dirigente de ERC Joan Puigcercós recordó en declaraciones a RNE que su partido "no cerraba ninguna puerta" y hablaría con todas las formaciones.

    Desde ICV, se celebró su resultado y se recordó que las fuerzas de izquierda podían formar un gobierno.

    "Estamos doblemente satisfechos y contentos, por nuestro crecimiento (...) y también porque hay una nueva mayoría de izquierdas posible en Cataluña, fundamentalmente gracias a nuestro crecimiento", declaró Joan Saura, el candidato de ICV

    Representación de Ciutadans

    Pero la sorpresa de las elecciones 2006 corresponde a Ciutadans-Partit de la Ciudadanía, partido fundado a raíz de una plataforma ciudadana impulsada por diversos intelectuales catalanes, que entra en el Parlamento con tres representantes.

    Alberto Robles, secretario general de Ciutadans declaró a RNE que la lucha de su partido es "una demostración de fuerza de lo que puede ser la democracia y una lección seguramente para muchos pueblos del mundo".

    Baja participación

    El consejero de la Presidencia de la Generalitat, Joaquim Nadal, lamentó en rueda de prensa la baja participación del electorado catalán, un 56,77 por ciento frente al 62,54% de hace tres años, e "invitó a reflexionar a todas las fuerzas políticas y también al gobierno".

    Estos comicios catalanes han sido los primeros que no se celebran en domingo. Todos los líderes políticos mencionaron también en sus discursos su preocupación por la alta abstención.