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La UE redobla su apuesta y pide una cumbre mundial



    La Unión Europea (UE) aprobó el miércoles en su cumbre de Bruselas ampliar a sus 27 miembros el plan de rescate bancario adoptado por los países de la zona euro ante la crisis financiera, tras un nuevo derrumbe bursátil por temor a una recesión.

    En su primera jornada de reuniones, los líderes europeos pidieron además la realización de una cumbre mundial antes de fin de año para reformar el sistema financiero internacional, afirmó el jefe de Estado francés Nicolas Sarkozy, presidente en ejercicio de la UE.

    En cambio, las malas perspectivas económicas dividieron a la UE en una de sus principales políticas, la lucha contra el cambio climático, ya que Polonia e Italia anunciaron su rechazo al plan europeo por considerar que sus objetivos son excesivos en el actual contexto.

    "Europa toda entera, sin excepción, aprueba las medidas adoptadas el domingo último en París frente a esta crisis sin precedentes", anunció Sarkozy en referencia al plan ideado por el primer ministro británico Gordon Brown y basado en una garantía de los préstamos interbancarios y el apoyo a las entidades para evitar su quiebra, recurriendo a recapitalizaciones o nacionalizaciones parciales.

    En el marco del reforzamiento de sus medidas contra la crisis, los europeos tienen previsto aprobar la creación de una "célula de crisis financiera" que los gobiernos podrán consultar en todo momento en caso de dificultad, según un proyecto de declaración del cual la AFP obtuvo una copia.

    Los jefes de Estado y de Gobierno europeos se aprestan también a subrayar en sus conclusiones "la necesidad de reforzar la supervisión del sector financiero europeo, especialmente de los grupos transnacionales".

    Pero si las medidas de urgencia adoptadas por Europa habían permitido llevar una cierta calma a los mercados, el derrumbe bursátil del miércoles mostró rápidamente los límites del plan europeo ante el fantasma de contracción económica que sobrevuela el Viejo continente, desde Irlanda hasta Alemania.

    En ese marco, los 27 líderes de la UE se unieron para pedir una cumbre mundial sobre a crisis financiera. "Queremos que esa cumbre se celebre antes de finales de año y creemos que lo mejor es noviembre. No queremos que mañana las mismas causas produzcan los mismos efectos", dijo Sarkozy.

    Una consecuencia directa de la crisis y a recesión es el cuestionamiento de los objetivos de lucha contra el cambio climático acordados en 2007 y según los cuales la UE reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero un 20% antes de 2020, aumentando las energías renovables al 20% del total de su consumo.

    "He anunciado mi intención de utilizar mi veto. Polonia está con nosotros", declaró el jefe de gobierno italiano Silvio Berlusconi a la prensa, explicando que las empresas de su país "no están en condiciones hoy en día de soportar los costos de la reglamentación propuesta".

    Sarzozy reiteró sin embargo que la UE debe encontrar un acuerdo sobre esta cuestión de aquí a fin de año, admitiendo que se podrían tener en cuenta "problemas específicos" de algunos países.

    Por otra parte, la UE postergó una decisión sobre la reanudación de las negociaciones con Rusia para un acuerdo de asociación estratégica, congeladas desde septiembre por el conflicto con Georgia.

    En cuanto a los problemas institucionales que tiene la UE desde que Irlanda rechazó por referéndum el Tratado de Lisboa en junio pasado, el primer ministro irlandés Brian Cowen indicó que su país hará una propuesta en diciembre para tratar de solucionar el problema en 2009, sin hablar sin embargo de una nueva consulta.