Esther Koplowitz pierde el control de FCC al reducir su participación del 50% al 25%
No había vuelta de hoja. Esther Koplowitz perderá el control de FCC, una vez que la banca acreedora ha impuesto sus condiciones a la propietaria del 50,15% de la compañía. Análisis Ecotrader | FCC busca los 15,4 euros para alejar el riesgo bajista tras anunciar la ampliación.
La firma de infraestructuras aprobó por unanimidad del consejo de administración, reunido este domingo con carácter extraordinario, lanzar su anunciada ampliación de capital por importe de 1.000 millones de euros.
El grupo de construcción y servicios pone en marcha esta operación toda vez que su accionista de control, Esther Koplowitz, logró en la madrugada del sábado cerrar un acuerdo con sus bancos para refinanciar la deuda que tiene vinculada a su inversión en la empresa.
FCC estaba esperando precisamente el acuerdo de la empresaria, dado que la refinanciación de Koplowitz y la ampliación del grupo constructor estaban estrechamente relacionadas.
Esther Koplowitz prevé vender los derechos de suscripción preferentes que le correspondan en la ampliación para atender su deuda.
Por ello, el importe al que finalmente asciende la ampliación de FCC, que ha sido negociado entre Koplowitz y sus bancos, le supondrá a Esther Koplowitz reducir su participación de control en el grupo desde el 50,1% actual hasta alrededor del 25%.
Junta, el 20 de noviembre
Una vez que Koplowitz ha rubricado la refinanciación de su deuda, el consejo de FCC se reunió con carácter extraordinario para poner en marcha su ampliación de capital. En concreto, aprobó la convocatoria de la junta de accionistas extraordinaria, que tendrá lugar el 20 noviembre, que será la que apruebe y lance la operación.
Con esta ampliación FCC busca amortizar un tramo de los dos en que estructuró su deuda cuando la refinanció en marzo. Se trata de un tramo de unos 1.300 millones que genera altos intereses y da derecho a los bancos a convertir la deuda en acciones en el horizonte de 2018 si entonces el grupo no puede atender este pasivo.
A finales del año pasado, las entidades impusieron el nombramiento de Juan Béjar como consejero delegado del grupo para que acometiera un agresivo plan de ajuste en la compañía, una estrategia que no se concilia con el discurso más filantrópico de Koplowitz.
La lucha que ha mantenido a lo largo de los últimos meses Koplowitz con las entidades financieras era precisamente para evitar lo que al final ha sucedido. De hecho, la ejecutiva siempre ha mantenido que su intención era no bajar del 30% de FCC.
Koplowitz cuenta con poco más de un mes para hacer frente al pago de intereses de su pasivo, y entre las opciones que ya manejaba hace unos días se encontraba vender los derechos de suscripción preferente a la ampliación de capital para poder abonar el servicio de su deuda. Precisamente, por eso, el volumen de la ampliación ha sido el principal problema, pues claramente enfrentaba los intereses de la banca con los de Koplowitz.
Las entidades querían una ampliación de capital suficiente como para que la empresaria pudiera asegurarles cierta liquidez para realizar los pagos en tiempo y forma, y pudiera abonarles también parte del principal. Eso significa, no obstante, perder una mayor parte de su capital en el grupo FCC, pues a mayor ampliación, mayor es la dilución.
Pérdidas en 2014
Hasta principios de septiembre, los analistas confiaban en que todas las empresas del Ibex 35 cerrarían este ejercicio con ganancias. Algo que no ocurre desde 2010. Sin embargo, la fotografía ha cambiado en las últimas semanas. Los bancos de inversión ya estiman que a FCC se le resistirán los beneficios netos por tercer año consecutivo.
La constructora podría acabar 2014 con ligeras pérdidas, de 2,7 millones de euros según el consenso de mercado que recoge FactSet. Esta cifra contrasta con los casi 19 millones de ganancias que se esperaban para este ejercicio hace solo tres meses o los 58 millones previstos a principios de este mismo año. Es cierto que estas pérdidas estarían lejos de los 1.506 millones del año pasado. Sin tener en cuenta los intereses, amortizaciones, depreciaciones e impuestos, el ebitda podría crecer en torno a un 20%.