España
El gasto en personal ya aumenta este año en 13 comunidades autónomas
Las comunidades autónomas actúan ya como si en 2014 pudiera darse por cerrado un ciclo, el de los ajustes en la partida de los sueldos del personal que trabaja para ellas.
De acuerdo con los datos más recientes de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), dependiente del Ministerio de Hacienda, son trece las regiones que incrementaron su gasto en remuneración de asalariados en los cinco primeros meses de este año (últimos datos actualizados) en comparación con idéntico periodo de 2013.
La tendencia muestra visos de que se impone ya que, en la estadística hasta abril, sólo ocho regiones mostraban avances en este capítulo.
Aumento en nóminas
Así, entre enero y mayo, la partida destinada a nóminas en el escalón autonómico del sector público ascendió a 26.338 millones de euros, un 0,6% al alza que engorda hasta los 1,3 puntos porcentuales en caso de que la comparativa se haga, no sobre el acumulado sino ateniéndose a los datos exclusivos de mayo (con respecto al quinto mes del año pasado).
El hecho de que la partida destinada a retribuciones de personal vuelva a subir en las autonomías llama la atención en un contexto como el actual en el que las regiones, lejos de haber logrado el equilibrio en sus cuentas, arrastran todavía un déficit que no deja de incrementarse mes tras mes.
Las cifras actualizadas, precisamente hasta mayo pasado, muestran cómo ese agujero equivale al 0,6% del PIB (6.220 millones), peligrosamente cerca ya del objetivo del 1% que Hacienda exigirá a las comunidades autónomas al cierre de año a todas ellas, ya que en este ejercicio no se repetirá la fórmula de los déficit a la carta que resultó tan polémica.
Aún dando ejemplo
Pero, además debe tenerse en cuenta que en el mismo periodo en el que los Gobiernos regionales han aflojado la mano, otras Administraciones han seguido ajustando el capítulo de los gastos de personal para cumplir con la obligación que Bruselas impone.
En particular, la Administración central, incluyendo el Estado, los recortó una décima respecto a los cinco primeros meses de 2013, mientras que en la Seguridad Social la reducción fue más profunda: 0,6%.
La misma política se aplica todavía en algunas comunidades autónomas, aunque ya únicamente son cuatro las que se mantienen fieles a la austeridad en este apartado. Así, tanto Andalucía como Murcia aún meten la tijera con decisión en el gasto de personal , apuntándose recortes del 1,9% y del 1,7% interanual hasta el mes de mayo. Madrid no va muy a la zaga con una reducción de 1,4 puntos porcentuales, mientras que en Castilla-La Mancha el desembolso por esta partida se encuentra estancado.
En el otro extremo del espectro, el propio de quienes ya desembolsan más por sus plantillas, se encuentran los dos archipiélagos con aumentos del capítulo dedicado a personal del 6,8 y del 5% respectivamente. Mientras, en la península, Aragón, Extremadura, Comunidad Valenciana y La Rioja sobrepasan con claridad los tres puntos porcentuales en el ritmo de avance.
Si se mantiene esta tendencia, las autonomías empeorarán una situación, la que muestra el apartado de sus gastos totales, que de momento, no es nada halagüeña.
El total de gastos, al alza
No en vano el conjunto de sus obligaciones no financieras ascendió, en los primeros cinco meses del año, a 60.351 millones de euros; es decir, cuando todavía no estaba completado el primer semestre, la partida de gastos propia de las regiones ya era casi un 2% más elevada que en el mismo periodo del año pasado.
En esta evolución se nota el empuje que imprimen apartados notablemente más difíciles de controlar que las remuneraciones de los propios asalariados, como es el caso de los intereses derivados de la deuda contraída en los años más duros de la crisis, que ya supera el billón de euros en lo que concierne a todo el sector público español.
Pese a la recuperación de la certidumbre sobre la solvencia del Estado y de los demás escalones de la Administración, lo cierto es que la partida que las autonomías destinaron a pagar intereses, en los cinco primeros meses de este año, creció un 12,2% interanual. En términos absolutos, son todavía casi 3.500 millones de euros los que los Gobiernos regionales tienen que destinar al servicio de la deuda.
Paralelamente, la evolución de los ingresos todavía impide formarse demasiadas alegrías, por mucho que haya pasado un año desde que terminó la recesión más larga de la historia democrática española y la actividad esté repuntando. De hecho, los 60.351 millones de euros de recursos que las comunidades autónomas obtuvieron en los primeros cinco meses del año, no solamente fueron inferiores en más de 6.000 millones a los gastos, sino que además experimentaron una merma de casi dos puntos porcentuales con respecto al año anterior.
Es el resultado de una recaudación por impuestos que desciende un 1,5% (un 6,7 en el caso específico de los tributos sobre el capital) hasta los 35.539 millones de euros, mientras que los gravámenes del trabajo, es decir, las cotizaciones sociales, aportan una recaudación menor en un 16,8% al rendimiento que mostraban hace tan sólo un año.