España

La deuda autonómica llegó en 2013 el tope previsto para 2016

  • El pasivo de las CCAA cerró 2013 en el 20,2%, frente al 19,1% fijado
  • Cataluña repite con la mayor cifra de deuda y Valencia es la más hipotecada
  • Cataluña, Baleares, Valencia, Castilla-La Mancha y Murcia superan ya sus metas


La deuda pública conjunta de las comunidades autónomas aumentó en 2013 hasta los 206.773 millones de euros, representativos del 20,2% del Producto Interior Bruto (PIB) español, según las estadísticas del Banco de España. Ese es, precisamente, el tope de pasivo que les había asignado el Ministerio de Hacienda, pero para 2016. Es decir, tres años antes de lo previsto por el ministro, Cristóbal Montoro, los Gobiernos regionales presentan ya el endeudamiento total que el Consejo de Ministros del pasado 30 de agosto estableció para el período 2014-2016. Gráfico: Evolución de la deuda de las CCAA y objetivos 2014-2016

En dicha reunión, el Gobierno refrendó los acuerdos del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) del 31 de julio de 2013, entre ellos, unas metas de deuda para cada ejercicio (el 20% en 2014, el 20,5% en 2015 y el 20,3% en 2016) así como unos objetivos a la carta para cada autonomía y año.

Ni que decir tiene que la crisis, el estrangulamiento del grifo del crédito, la atonía de los ingresos tributarios y el repunte de los gastos -sobre todo en partidas sociales como educación y sanidad- han dejado estas proyecciones del Gobierno en casi papel mojado.

Así, al cierre de 2013, el pasivo autonómico conjunto no sólo sobrepasó el objetivo permitido para el año (las CCAA subieron su deuda al 20,2%, superando por tanto el 19,1% estipulado), sino que ya hay cinco Gobiernos regionales que rebasan el techo particular que deberían presentar a finales de 2016.

Se trata de Cataluña (2,2 puntos porcentuales de PIB más al cierre de 2013), Baleares (1,7 puntos más), Comunidad Valenciana (1,4 puntos de más), Castilla-La Mancha y Murcia (estas últimas lo superan en un punto), mientras que Aragón finalizó 2013 en el límite de su endeudamiento asignado para el próximo bienio.

Mal en déficit, peor en deuda

En la actualidad, los objetivos de deuda autonómica son a la carta, es decir, cada Gobierno regional tiene encomendada su propia meta individual, aunque la realidad es que ni el techo global ni los topes particulares se cumplieron en 2013. Como es evidente, existe una clara relación entre la marcha del déficit y de la deuda públicos. De hecho, el Ministerio de Hacienda somete a un estrecho marcaje el desfase presupuestario de las autonomías, que en 2014 no podrá superar el 1% del PIB y que tendrá que ir reduciéndose hasta suponer tan sólo el 0,2% al cierre del ejercicio 2016.

Sin duda, una empinada cuesta para el conjunto de los Gobiernos regionales, habida cuenta de que, hasta el pasado mes de marzo -últimas cifras oficiales de déficit- ya acumulaban un desvío presupuestario de 2.551 millones de euros, representativo del 0,25% del PIB. Y, más todavía, siendo 2015 un año electoral.

La relativa impunidad de que gozan las comunidades en lo referido al endeudamiento parece indicar, asimismo, que una parte del ajuste en déficit que el Gobierno Central les exige acaba yendo a engordar el volumen de deuda autonómica, lo que puede complicar la senda de estabilidad que Bruselas le exige a España.

Además, el análisis de los datos de deuda pública que facilita el Banco de España y los de déficit que proporciona Hacienda certifica que los Gobiernos regionales más incumplidores en déficit lo son asimismo en deuda. Así, el podio de las peores autonomías en ajuste presupuestario lo lideran Valencia, Cataluña, Murcia, Castilla-La Mancha y Aragón, las mismas que rebasan, y con creces, sus topes de deuda pública.