España

Los 'sabios' piden bajar impuestos a rentas altas para impulsar el consumo

    El catedrático Manuel Lagares


    Lagares aboga por que el tipo máximo del IRPF baje progresivamente del 52% vigente al 45%. Los 'sabios' defienden la eliminación del tributo sobre el patrimonio y un gravamen único para el ahorro. Consulte aquí el informe completo de los expertos (.pdf)

    Animar a las rentas más altas a que el dinero salga de sus bolsillos hacia el consumo y la inversión: de esta manera se puede resumir la línea maestra defendida por el informe de los denominados sabios, quienes han asesorado al Ministerio de Hacienda sobre hacia dónde tiene que marchar la reforma fiscal que el ministro Cristóbal Montoro presentará en junio.

    Ayer, el portavoz del grupo de expertos, el catedrático Manuel Lagares, desmenuzó las medidas que contiene el documento ante la prensa, y una de las más contundentes consiste en una reducción decidida del tipo máximo del impuesto sobre la renta hasta el 50 por ciento desde el 52 que rige actualmente (y que incluso escala hasta los 56 puntos si se suman los recargos que llevan a cabo determinadas comunidades autónomas). Unos niveles así deberían calificarse de "confiscatorios", aseguró el catedrático.

    Pero la reducción no se quedaría ahí, pues Lagares dejó claro que el verdadero objetivo es que ese gravamen "se acerque progresivamente a la media europea"; en cifras concretas, debería quedar en el 45 por ciento.

    No se quedan ahí los cambios propuestos para el IRPF, en la medida en que Lagares y los demás sabios también buscan reducir el número de tramos a la hora de hacer la declaración de la renta. Actualmente, son siete; así lo estableció en diciembre de 2011 el presidente Mariano Rajoy, apremiado por aumentar la recaudación para enjugar un déficit público que en ese momento superaba el 9 por ciento del PIB.

    Ahora, si el Gobierno hiciera caso a los expertos que lo asesoran, el total de tramos quedaría reducido a no más de cuatro.

    Momento delicado

    Medidas como éstas son delicadas en un momento en que, si bien el déficit ya no está tan desbocado como antes, aún se halla lejos del objetivo de estabilidad del 3 por ciento del PIB. Sin embargo, los sabios entienden que todo el dinero que las arcas públicas dejarán de ingresar por estos cambios en el IRPF (que también afectan al tipo mínimo, que pasaría del 24,7 al 20 por ciento) se verá compensado por la reactivación del consumo y también del ahorro.

    De hecho, ha llegado el momento de recuperar esta venerable práctica, de manera que los expertos que asesoran a Montoro consideran que tiene que regir un único tipo impositivo sobre el ahorro del 20 por ciento, un punto por debajo del gravamen mínimo para esta actividad que está ahora vigente.

    La lectura del documento contiene también buenas noticias para las grandes fortunas, dado que pretende dar por muerto y enterrado al impuesto de Patrimonio, la figura impositiva que eliminó y luego recuperó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y que Rajoy ha mantenido con vida.

    A cambio, Lagares y los demás expertos consideran necesario que el impuesto de Sucesiones se mantenga y se unifique en todas las autonomías que no disfrutan de conciertos fiscales. De esta manera, se acabaría con la enorme disparidad que ahora existe entre regiones, donde una herencia puede verse gravada al 77 por ciento en algunos territorios y en otros al 1 por ciento, como es el caso de Madrid.

    Tipos tan bajos como estos últimos no tienen cabida en una reforma fiscal en profundidad como la que pretende fundamentar el equipo asesor de Montoro y en la que también quedan proscritas todas las deducciones, bonificaciones y exenciones.

    Entre ellas, tal y como trascendió en días anteriores, también debería quedar condenada la deducción por compra de vivienda, que actualmente sigue vigente para aquéllas que fueron adquiridas antes de enero del año pasado.