España

El Gobierno quiere que la banca financie empresas viables aunque endeudadas

    De Guindos


    El Gobierno trabaja contrarreloj para aprobar una batería de medidas que de oxígeno a empresas rentables, pero altamente endeudadas, y que incluye como principal novedad la posibilidad de que estas compañías conviertan su deuda en capital, con ayuda de los bancos.

    En esencia, se trata de que las entidades ayuden a empresas que, aunque muy endeudadas, mantienen resultados brutos de explotación -ebitda- positivos, mediante la capitalización de parte de su deuda.

    La iniciativa no desagrada a las entidades financieras, que saben que si "rescatan" o participan del capital de una empresa solvente sus posibilidades de recuperar su dinero son mucho mayores que mediante quitas o refinanciaciones.

    Por otra parte, supondría un añadido de prestigio y reputación a los bancos, que garantizarían la sostenibilidad de pequeñas y medianas empresas y ayudarían a la creación de empleo.

    En concreto, el Gobierno trabaja en una nueva ley mediante la que se creará un Fondo o Sociedad de capital riesgo (FCR/SCR) al que la banca traspasará la deuda "no sostenible" de las empresas.

    Proyecto Midas

    El proyecto en el que se recogen las bases de la creación de este nuevo vehículo se denomina "Proyecto Midas", y en él se establece que la banca podrá cambiar la deuda de las empresas por capital, y acceder a una participación de control o "co-control" en las compañías.

    Estas participaciones pasarán a un fondo o sociedad de capital riesgo, de forma que la banca sustituirá la participación directa en la compañía deudora por otra en el FCR o SCR.

    El fondo o sociedad sería gestionado por una sociedad gestora independiente, cuyo mandato de gestión lo otorgaría el citado vehículo en el que trabaja el Gobierno.

    Tal y como se indica en el "Proyecto Midas", al que ha tenido acceso Efe, la desinversión tendría lugar en un plazo máximo de entre 5 y 7 años.

    Además, la capitalización de la deuda de las compañías o su condonación por parte de la banca no tendrá impacto fiscal, según dice el texto.

    No obstante, para desarrollar este nuevo vehículo, el Gobierno tendrá que tocar la ley financiera, la ley fiscal y la concursal, ya que las entidades quieren asegurarse de que hay un marco fiscal adecuado.

    Además, el Ejecutivo prevé aprovechar la tramitación actual del anteproyecto de Ley por el que se regulan las entidades de capital riesgo, para flexibilizar el régimen de inversiones de estas entidades.

    De esta manera, las entidades de capital riesgo podrán invertir a través de cualquier forma de financiación en compañías aunque no participen en su capital.

    Por otro lado, el texto plasma la conveniencia de que la deuda de las compañías una vez capitalizadas, se cubra con las provisiones que las propias entidades ya habían destinado para este fin.

    El resto de la deuda sería clasificada como "riesgo normal", por lo que no requeriría cobertura.

    El ministro de Economía, Luis de Guindos, ya explicó esta misma semana en Bruselas que el Gobierno quiere aprobar "relativamente rápido" fórmulas alternativas a las liquidaciones de empresas viables pero excesivamente endeudadas.

    Según aclaró De Guindos, no solo se trata de la conversión de deuda en capital, sino de cómo facilitar todo el proceso de reestructuración: si esto no se produce, "ni los acreedores ni el negocio van a cobrar y por tanto va a perder todo el mundo".

    En España, el proceso concursal lleva en la mayoría de los casos a la liquidación de empresas, pero esa no es siempre la mejor alternativa, dijo De Guindos.

    El cierre tiene que ser el último recurso, y es preciso encontrar otras alternativas más razonables para los trabajadores, los acreedores, los accionistas, la gestión de la empresa y para el conjunto de la economía.

    La sequía crediticia no se ha terminado con el principio de la recuperación, y el crédito sigue sin llegar a las empresas.

    Los últimos datos del Banco de España, correspondientes a diciembre de 2013, indican que los nuevos créditos concedidos por un importe máximo de un millón de euros -los que en mayor medida muestran cómo va la financiación de las pymes-, crecieron un 9,6 % desde noviembre, aunque se contrajeron un 8 % en el conjunto del año.

    Por eso, en los últimos meses se han puesto en marcha distintos mecanismos e iniciativas para mitigar las dificultades de las pymes, que forman el 90% del tejido empresarial español.

    Entre ellas, destacan los préstamos entre particulares, la compra y venta de facturas de empresas, las emisiones de bonos y pagarés o la salida al mercado bursátil.