España
El análisis: Nasarre y Escudero, dos declaraciones que dinamitan al PP
Las declaraciones ante el juez de Eugenio Nasarre y Pío García Escudero en el sumario de los papeles de Bárcenas son altamente comprometedoras para el Partido Popular, ya que demuestran que durante un período indeterminado de tiempo que podría ser muy largo, la cúpula del partido se forró materialmente, sin conocimiento de la opinión pública. Cospedal: "Que el proceso se ventile con normalidad"
En efecto, Nassarre explicó al juez que, además de recibir 70.000 euros en metálico, en "sobres con billetes", para una Fundación, ingresos que figuraron como 'donación anónima', cobró 1.800 euros al mes mientras fue responsable de "Estudios y Programas" en la dirección de Génova.
Pío García Escudero, por su parte, además de recibir en préstamo 24.000 euros para reconstruir su casa afectada por un atentado (primero dijo que fueron 30.000), cobró 4.200 euros al mes por su condición de "coordinador de área". Ingresos todos ellos que, según ambos políticos, fueron declarados a Hacienda, y que se sumaron, como es natural, a los que los dos percibían públicamente por su condición de parlamentarios.
Ambos políticos han manifestado que dichos sobresueldos se "negociaron" con Javier Arenas. Y que estaban "generalizados" en la cúpula popular.
Con anterioridad, Álvarez Cascos había reconocido pagos del partido de 10.000 euros al mes, y el propio Bárcenas manifestó públicamente que hasta que se cortó su relación laboral con el PP, cobraba 20.000 euros al mes.
Cuestión de ejemplaridad y transparencia
Ya se sabe que cuando sucedieron estas cosas no existía una Ley de Transparencia, pero es evidente que los ciudadanos/contribuyentes tienen derecho a conocer lo que cobran sus cargos públicos, los políticos a su servicio, cuyas retribuciones provienen del erario público. En el caso de los partidos, conviene no olvidar que, a pesar de las aportaciones privadas a la financiación irregular del PP, la principal fuente de financiación sigue siendo Hacienda, esto es, el bolsillo de los contribuyentes.
Esta generosa liberalidad, que confirma que estar en política era una actividad muy lucrativa (aun con independencia de su peligrosa cercanía con la corrupción, en la que no todos incurrieron, obviamente), resulta particularmente detestable en momentos como los actuales en que la escasez obliga a recortes de toda clase de prestaciones públicas. Es más: a veces parece que el PP nadaba de tal modo en la abundancia que la prodigalidad no resultaba llamativa.
Las disculpas de Rajoy
Un periódico pública hoy una selección de frases exculpatorias que utilizó Rajoy el pasado día 2 de febrero ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP, que fue transmitido a la prensa a través de un monitor de televisión: la lectura de aquellas declaraciones, que quedan hoy totalmente desautorizadas, resulta desalentadora y debería cubrir de vergüenza a toda una casta que ha abusado claramente de su posición. Si después de esto Rajoy sigue creyendo que la tormenta de la desafección pasará con la crisis, está muy equivocado.