Los ahorradores en España, a salvo de las pérdidas fijadas en Chipre
- El modelo español, al margen del mecanismo chipriota
- La banca de España tiene más recursos para tapar un agujero menor
Europa ha advertido que el caso chipriota es exportable a otros países y que servirá para futuros rescates bancarios. Pero España parece estar salvo de que los depositantes con importes superiores a 100.000 euros puedan sufrir pérdidas.
Tanto el sector financiero como distintos expertos hacen hincapié en que el Memorándum de Entendimiento (MoU) firmado entre España y el Eurogrupo sobre las ayudas para las entidades de nuestro país supone un blindaje para el sistema español. Por ello, será muy difícil que las condiciones impuestas a Chipre vayan a ser aplicadas en España.
En el MoU se establece un claro reparto de cargas a cambio de las ayudas para las entidades españolas. En esta distribución, además de los contribuyentes, se establecen pérdidas para los accionistas y para los inversores de preferentes y deuda subordinada (junior), pero en ningún caso ni para los tenedores de deuda senior ni, por supuesto, para los depositantes.
España está en proceso de ejecución del reparto de cargas, una vez que ha recibido 41.000 millones de los 100.000 disponibles. El remanente, en principio, no se va a pedir, pero está disponible hasta finales de junio.
¿Qué pasa si hay que pedir más ayuda?
Si fuera necesario solicitar más ayudas a Europa las condiciones serían las mismas hasta la fecha de disponibilidad. A partir de julio no, pero los expertos destacan que el rescate de Chipre es excepcional y que, por tanto, las imposiciones muy diferentes, por varios motivos: por la situación del sector bancario, que en nada es asemejable, y por verdaderas las posibilidades de devolución de las ayudas.
En primer lugar, España de momento ha reclamado fondos a sus socios, que suponen el 6 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB). Chipre recibirá 10.000 millones, es decir, un 60 por ciento de su PIB. Sus necesidades alcanzaban los 17.500 millones, el 100 por ciento del PIB de la isla. Es decir, que el agujero del sistema chipriota era enorme en comparación con la riqueza del país.
En segundo lugar y no menos importante es la situación de uno y otro sector financiero. Mientras que el español cuenta con una estructura de pasivo altamente diversificado, el chipriota está fundamentalmente constituido con depósitos, buena parte atraídos del exterior al ser la isla un paraíso fiscal.
Reestructuración sin quitas
En España el saneamiento de las entidades ha podido realizarse sin la necesidad de aplicar quitas a los ahorradores , ya que en su balance contaban con importantes sumas de patrimonio y de pasivo. En el caso de un cataclismo, la banca española podría aplicar primero pérdidas a los inversores de deuda senior antes que a los depositantes, por lo que a priori sería complicado aplicar descuentos en las imposiciones a la vista y a plazo semejantes a las contempladas en Chipre, que alcanzan el 40 por ciento.
En la isla la falta en los bancos de emisiones de participaciones preferentes y subordinada ha obligado a tener que acudir a los tenedores de bonos senior y ahorradores ricos para reestructurar sus entidades financieras.
Hay otros factores que hacen impensable unas consecuencias en nuestro país similares. Uno de ellos es la holgada liquidez de la banca española, que ha reducido considerablemente su dependencia a los recursos del BCE. Otro es el avance importante en el saneamiento de los bancos más débiles, con la nacionalización de cuatro y con la inyección de fondos a otros cuatro.
Este último aspecto permite sostener a algunos expertos que el sistema español es mucho más seguro que en la mayoría de países europeos. Los niveles de capitalización son los más altos tras las ayudas recibidas hasta febrero de este año. Desde la patronal de los bancos, AEB, recalcaron ayer que el sector español "merece total confianza de depositantes, clientes e inversores". A través de un comunicado, la asociación que preside Miguel Martín indicaba que la troika había dictaminado recientemente el cumplimiento de todos los acuerdos establecidos en el Memorándum.