El 60 por ciento de los pobres en Israel son ultraortodoxos o árabes
Se trata de las dos comunidades que más hijos tienen y que menos productividad aportan al Producto Interior Bruto (PIB) del país, cuya posición económica ha descendido de forma progresiva a pesar de que en términos generales la del resto de la población ha mejorado.
El informe del Banco de Israel, que será difundido en su totalidad el próximo miércoles, alerta de que en esta situación han influido decisiones gubernamentales como la reducción de las ayudas públicas, un proceso que comenzó en 2003 cuando el mercado israelí atravesaba la peor recesión de su historia.
Una de las medidas que más ha afectado a ambas comunidades fue la drástica reducción en las contribuciones públicas por hijos, que llegaba en ambos casos a más de 1.000 dólares mensuales en cada familia con más de cinco.
Por tradiciones ancestrales, ambas comunidades son las que tienen el mayor índice de crecimiento vegetativo de la sociedad israelí y, a la vez, las que menos mano de obra aportan al mercado laboral.
En las comunidades ultraortodoxas a veces ninguno de los dos cónyuges trabaja, porque él está dedicado al estudio de la Torá y ella al cuidados de los hijos.
En la comunidad árabe, el hombre es el único que suele trabajar, por lo que los ingresos se sitúan por debajo de la media.
El informe del Banco de Israel indica que la reducción en las ayudas públicas ha generado la entrada en el mercado laboral de muchos más ultraortodoxos y de numerosas mujeres árabes.
No obstante, refleja que ello no se ha traducido en una mejora de sus condiciones económicas, y que en el caso particular de los árabes ha empeorado incluso la posibilidad de que encuentren un puesto de trabajo. EFECOM
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