¿'Boom', qué 'boom'? Los 'mileuristas' no creen en el milagro económico de ZP
Para las elecciones del 9 de marzo, el Gobierno ha intentado ganarse a los "mileuristas", cuyo voto fue decisivo en la elecciones de 2004.
Una disminución de la inusual alta participación joven de 2004 podría erosionar la ajustada ventaja que los sondeos dan a los socialistas, que pretenden movilizarles con decisiones como la ayuda de 210 euros mensuales para alquilar una vivienda.
"Si conseguimos una participación del 75 por ciento o más del electorado, nuestros resultados pueden ser espectaculares", aseguró el diputado socialista portavoz de Interior y candidato por Madrid Antonio Hernando.
"Si nos acercamos al 70 por ciento (...) podríamos empezar a tener problemas para conseguir una mayoría parlamentaria", dijo a Reuters.
Jóvenes 'poco fiables' para votar
Los jóvenes no son fiables en la jornada electoral y a menudo no votan. Pero en 2004, el malestar por la participación de España en la guerra de Irak y la forma en que el Gobierno del Partido Popular gestionó las horas posteriores al atentado del 11 de marzo les llevaron en masa a votar por los socialistas.
En esta ocasión, sin embargo, no hay temas tan viscerales. El Gobierno está recordando a los votantes sus políticas sociales, pero su objetivo de llevar a los jóvenes a las urnas se complica por el hecho de que la vida para ellos no ha sido más fácil durante estos cuatro años.
Mayores más ricos, jóvenes más pobres
Pese a que la liberalización del mercado hace que un joven tenga más posibilidades de encontrar trabajo que hace 10 años, los salarios no han subido y las nóminas de los recién licenciados parecen incluso haber descendido desde 2000.
Entretanto, el 'boom' de los precios inmobiliarios que comenzó a desinflarse el pasado año ha hecho que la vivienda cueste tres veces más que hace una década, y ahora de media un piso de 100 metros cuadrados en Madrid cuesta unos 400.000 euros. "Se ha producido un traspaso de riqueza de los jóvenes a los mayores ", dijo José Ramón Pin, del Instituto de Empresa IESE de Madrid.
Los beneficios, a costa de los salarios
"Los beneficios de las empresas han aumentado en parte porque los salarios han permanecido estables en términos reales".
Muñoz cree que políticas como la ayuda al alquiler no resuelven mucho los problemas fundamentales de salarios y vivienda, aunque de todas formas va a votar al PSOE.
"No creo que ningún partido político cambie las cosas", dijo. "Las diferencias hoy en día están en cosas como el matrimonio gay, el aborto, esto es lo que diferencia a la izquierda de la derecha".
Los socialistas creen que sus políticas liberales son una gran ventaja electoral.
"El Gobierno de Zapatero tiene una imagen moderna, muy de moda, con la que mucha gente joven se identifica", dijo Diego López Garrido, portavoz socialista en el Congreso de los Diputados.
Muñoz dijo que preferiría votar por Izquierda Unida pero temía que si mucha gente abandona al PSOE la victoria sea para el PP.
La probabilidad de que ningún partido consiga la mayoría parlamentaria da a Izquierda Unida la esperanza de lograr los suficientes votos para negociar con los socialistas.