Negras y rubias: "boom" de producción artesanal de cervezas en Chile
La historia es reciente. Según registros de la Asociación de Cervecerías Artesanales de Chile (Acach), en 2003 había cuatro y actualmente existen 22 'microcervecerías', como prefieren llamarlas algunos productores.
Doce de ellas son parte de Acach y otras están en proceso de afiliación.
Entre todas las asociadas se producen unos 100.000 litros mensuales de cerveza de distintos estilos, precisó a la AFP el presidente de ese grupo, Fernando Magnatera, que además es gerente general de la cervecería Del Puerto, una de las más antiguas de la asociación.
"Calculo que para el año 2015 habrá más de 50 cervecerías artesanales estables y que cumplan con la ley de la pureza", estima Magnatera.
Esa premisa establece los cuatro ingredientes básicos de la cerveza: agua, lúpulo, levadura y cebada, que distinguen a estas bebidas de los productos industriales, que incluso pueden ser generados a base de arroz, tienen químicos para su preservación y son filtradas.
El sommelier Pascual Ibañez acaba de publicar la primera "Guía de la cerveza en Chile 2008". Dice que guiar a los lectores sobre la oferta de cervezas en el mercado chileno lo llevó a escribir el libro, aunque también "el placer que da conocer las nuevas artesanales nacionales".
A su juicio, el "boom" de éstas se explica en parte "como réplica de lo ocurrido en otros países en pos de recuperar una serie de cervezas clásicas o interesantes que estaban prácticamente perdidas".
Tras catar más de 120 cervezas extranjeras, industriales y artesanales, Ibáñez elaboró una lista de las 10 más destacadas, entre las que figuran desde bebidas belgas hasta tres chilenas artesanales, de las microcervecerías Szot y Capital.
"Cuando vine a Chile por primera vez en 1989 me impresionó la falta de variedad en las cervezas chilenas y la falta de cervezas de mejor calidad", contó Kevin Szot, que se inició hace dos años en el negocio cosechando distinciones en Chile y el extranjero.
Esta cervecería "boutique" tiene una capacidad de producción mensual superior a los 15.000 litros, la que esperan ampliar. Por ahora, firmaron un convenio de distribución con una de las viñaterías más tradicionales y antiguas de Chile.
Otras microcervecerías también han logrado abrirse camino en restoranes y grandes puntos de venta como cadenas nacionales de supermercados. Hasta ahora, sin embargo, su participación en el mercado es menor al 1% según estiman los cerveceros industriales.
"Esperamos aprovechar este 'boom' para crecer en ventas pero también ser cada vez más profesionales", comenta Szot a la AFP.
La oferta de las microcervecerías chilenas es variada en estilos: ale, lager, lambic, blancas, porter o las robustas stout, definidas entre otros aspectos por el tipo de fermentación o por el filtrado. La mayoría de ellas no son sometidas a ese proceso pero, en los casos en que sí, es de manera artesanal.
"Los chilenos están aburridos de probar las mismas cervezas masivas siempre, y el mercado de la cerveza está cambiando tal como lo hizo el del vino hace 20 años. Antes sólo se hablaba de blanco o tinto", ejemplifica José Tomás Infante, Gerente de la Cervecería Kross, recordando que Chile se transformó en uno de los mayores productores mundiales del mosto.
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