España

La madre de una niña asesinada por ETA: "Asesinos, cobardes e hijos de puta"

    La madre de la niña mira a los etarras.


    La madre de la niña de seis años asesinada en el atentado de Santa Pola (Alicante), Toñi Santiago, ha increpado con calificativos de "asesinos cobardes" e "hijos de puta" a los etarras que la Audiencia Nacional juzga por estos hechos y ha pedido "justicia" para que su hija sea "la última" y no vuelva a haber "ningún otro niño asesinado por ETA".

    Santiago, que ha sido amonestada en dos ocasiones por el presidente del tribunal, Fernando García Nicolás, ha dirigido estos calificativos durante su declaración, en la que ha llegado a girar la cabeza para mirar a los acusados, que han permanecido indiferentes a su relato. Después los ha repetido mirándoles a la cara y con tono desafiante cuando abandonaba la sala de vistas.

    La testigo ha explicado entre llantos cómo se produjo el atentado y ha dejado "en manos" de los magistrados que los terroristas "no se vuelvan a cruzar con ninguna criatura". "¡Que ningún padre tenga que enterrar nunca a un hijo en manos de esta gente, por favor!", ha pedido con un hilo de voz.

    Los hechos

    Cuando por fin la encontró vio que estaba "cubierta de escombros y sólo se le veían los ojos" e intentó "desesperada" sacarla de allí. "Conforme iba viendo su cuerpo sabía que mi hija moría", ha señalado antes de indicar que por un boquete gritó: "¡Auxilio, socorro! ¡Por favor, que alguien me ayude, mi hija se muere!".

    Tras ser ayudada por su hermano y dos agentes, notó cómo los cristales se le "incrustaban en los pies" y mientras tanto gritaba "hijos de puta, hijos de puta". En este punto, Santiago se ha dado la vuelta para mirar a los acusados, Andoni Otegi y Óscar Celarain, lo que ha provocado que el presidente del tribunal le haya pedido que, aunque entendía el "estado" en el que se encontraba, se abstuviera de hacer ese tipo de comentarios.

    Desde ese momento Santiago ha dicho que su vida ha sido "una continua lucha por defender la memoria y la dignidad". "Que se haga justicia por nuestra pequeña", ha añadido antes de señalar que el atentado no le amputó "una pierna ni dos dedos". "A mí me han amputado el alma y el corazón", ha aseverado.

    En la primera jornada del juicio, que quedará visto para sentencia este miércoles, un mando de la Comandancia de Alicante de la Guardia Civil declaró que la hora escogida por los terroristas, las ocho de la tarde, era "propicia para causar mucho daño en el cuartel y en la parada del autobús", al tratarse de "un lugar de paso" y "siendo agosto, verano y un lugar de costa". "Para lo concurrido del lugar, poco pasó", añadió otro agente, que realizó la inspección ocular.