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Nueva etapa de Cuba puede abrir cambios en la isla, según expertos en Miami



    La nueva etapa que se inicia en Cuba con la asunción de Raúl Castro al frente del gobierno puede producir cambios en la isla en especial en el campo económico, en la estructura del poder cubano y en la relación entre Washington y La Habana, según expertos en Miami.

    Tales cambios pueden darse tras la composición en las próximas semanas del nuevo Consejo de Ministros, que podría incorporar una nueva figura de primer ministro, y con una mejor relación con Estados Unidos cuando asuma una nueva administración en la Casa Blanca, entienden analistas consultados por la AFP.

    "Mucha gente está descartando este proceso como un cambio insignificante, pero creo que están subestimando a Raúl (Castro)", dijo Brian Latell, experto del Instituto de estudios cubano-estadounidense de la Universidad de Miami.

    "Se espera que Raúl Castro haga cambios que Fidel nunca habría hecho", dijo. Esos cambios, según Latell, estarán concentrados en dos reformas mayores de la estructura de gobierno cubana.

    Según el experto, un ex agente de la CIA que investigó a los hermanos Castro en los 60, y autor del libro "Después de Fidel: Raúl Castro y el futuro de la Revolución cubana", el nuevo presidente de Cuba puede dar mayor participación en altas posiciones del gobierno a dirigentes más jóvenes, que estaban desilusionados del papel de Fidel.

    Y predijo que Raúl Castro podría dividir el gobierno en dos posiciones.

    "Creo que (Raúl Castro) creará un nuevo cargo de primer ministro y seguramente estará Carlos Lage en ese puesto", consideró.

    En el terreno económico sostuvo que se espera que "afloje las riendas a la economía, permitiendo un avance hacia una mayor economía de mercado".

    Carmen Diana Deere, directora del centro de estudios Latinoamericanos de la Universidad de Florida se mostró más cauta: "Raúl Castro, aunque podría avanzar paulatinamente para dar respuesta a las demandas de los cubanos, tiene mucha presión para continuar la misma política", subrayó.

    "En caso que los demócratas ganen las elecciones en Estados Unidos en noviembre es posible que haya cambios importantes en la política de Estados Unidos hacia Cuba", adelantó.

    En tal sentido, consideró que "si hay mejoras en el campo de los derechos humanos y las libertades civiles y se aplican reformas económicas en Cuba, es posible que cobre dinamismo la relación entre La Habana y Washington".

    "Hay muchos sectores estadounidenses que están esperando con interés que se abra el mercado cubano". Y enumeró a los sectores agrícola, de transporte, turismo e insumos como los que "están haciendo su lobby para mejorar las relaciones" aunque admitió que "tiene que cambiar la relación de fuerzas con quienes se oponen a dar ese paso".

    "Aún con muy pocos cambios en lo político, Cuba puede avanzar hacia un modelo similar al chino, que está dando hoy resultados increíbles", mencionó.

    Marifeli Pérez-Stable, experta cubana de la Universidad Internacional de la Florida y vicepresidenta de la unidad de gobierno democrático de Diálogo Interamericano, consideró que la nueva composición del poder en Cuba muestra un mayor protagonismo de las fuerzas armadas en el gobierno, y poca renovación.

    "Se esperaba un escenario de cambio que no se produjo. Hay muchos generales en cargos importantes, y antiguas figuras, algunas poco conocidas, pero que no representan una renovación", opinó.

    "Es posible que cuando se conforme el Consejo de Ministros haya novedades. Que tengamos dos presidentes. Uno presidiendo el Consejo de Ministros, que podría ser Lage, y Raúl como presidente del Consejo de Estado".

    "Habrá claramente un cambio de estilo con Raúl y posibles reformas económicas", dijo Pérez-Stable. Y subrayó que "necesariamente tiene que haber un nuevo gobierno en Cuba en poco tiempo más, porque en 5 años Raúl Castro tendrá 82 años".

    El Parlamento cubano eligió el domingo a Raúl Castro como presidente de Cuba para suceder a su hermano Fidel, de 81 años, que gobernó durante 49 años y declinó ser reelecto tras 19 meses de una grave enfermedad gastrointestinal que lo llevó a resignar provisionalmente el poder.

    jco/ja