El origen de los colores de la bandera de España

La actual bandera española, símbolo de todo el país, cuenta con un origen especial, puesto que fue fruto de un concurso organizado por Carlos III con la intención de crear un signo que le diferenciase del resto de la monarquía de los Borbones.

En tiempos de los Reinos de Castilla y Aragón la bandera española mostraba el escudo de los Reyes Católicos, hasta que en 1506 su hija, Juana I de Castilla contrajo matrimonio con el Archiduque de Austria Felipe 'El Hermoso', por lo que adoptaron la bandera blanca con la Cruz de Borgoña.

El empleo de la insignia en los barcos de la armada española provocó varios problemas, puesto que era fácilmente confundible con las del resto de países de la monarquías de los Borbones, según recoge Ballesterismos.com. Fue por ese motivo por el Carlos III decidió en 1785 organizar un concurso en el que se presentaron 12 modelos diferentes, entre los que eligió la combinación de rojo y amarillo actual, por tratarse de unos colores más llamativos, y por tanto más fáciles de ver e identificar en alta mar.

El Real Decreto promulgado por el Rey el 28 de mayo de ese mismo año especifica cómo, a partir de ese momento, debería ser la bandera rojigualda.

"Para evitar los inconvenientes y perjuicios que ha hecho ver la experiencia puede ocasionar la Bandera Nacional de que usa Mi Armada Naval y demás Embarcaciones Españolas, equivocándose a largas distancias ó con vientos calmosos con la de otras Naciones, he resuelto que en adelante usen mis Buques de guerra de Bandera dividida a lo largo en tres listas, de las cuales la alta y la baja sean encarnadas y del ancho cada una de la cuarta parte del total, y la de en medio, amarilla, colocándose en ésta el Escudo de mis Reales Arma".

Sin embargo no fue hasta 1843 cuando Isabel II decidió que esa sería la bandera nacional, abandonando por completo la blanca, que hasta el momento había servido solo en los buques del ejército español.