España

¿Qué dejó en los cajones Felipe González?



    A tenor de la respuesta de tres ministros del primer Gobierno de Aznar, Felipe González apenas dejó una llave, la de la caja fuerte que se encontraba vacía y, un déficit oculto de 200.000 millones de pesetas.

    Lo corroboran este domingo Ana Pastor, Cristóbal Montoro y Federico Trillo en un reportaje publicado por ABC.

    Los cajones de González

    Los tres ex ministros narran aquellos primeros días, las primeras impresiones. Hay que remontarse a la llegada de Aznar a La Moncloa. "Se sentó en la mesa que había sido de Felipe González los trece años anteriores y abrió sus cajones. Como esperaba, estaban vacíos, excepto uno de ellos donde estaba escrita una clave... Aznar marcó los dígitos correspondientes y esperó. La caja se abrió sola. Como si fuera una premonición de lo que unos días después sus ministros iban a encontrar al poco de tomar posesión. Su interior no contenía absolutamente nada".

    "Nos encontramos con un déficit oculto de 200.000 millones de pesetas, que ¡menuda gracia nos hizo!, relata Montoro. "Un 1 por ciento del PIB sin pagar por parte de los ministerios más inversores y peor aún, sin contabilizar".

    El servicio de Moncloa

    La crisis económica de entonces y el descontrol del gasto público, subraya ABC, se hacían notar en las mismas paredes de Moncloa. "Fue en el primer almuerzo oficial, cuando los Aznar observaron como los camareros cometían una serie de incorrecciones al servir la mesa, como la de llenar las copas de vino hasta los bordes. Una pesquisa posterior les reveló el descontento del personal del servicio por haber cobrado únicamente sus escasos sueldos oficiales a primeros de mes, sin la compañía del correspodiente sobre con dinero en metálico a cargo de los fondos reservados... Para arreglarlo, el Gobierno tuvo que aprobar en Consejo de Ministros un crédito extraordinario.

    "Problemas de liquidez"

    Pero ni las copas llenas ni el sobresueldo eran la principal comedura de tarro del Ejecutivo 'popular'. El problema eran los 200.000 millones de pesestas sin contabilizar encontrados por Rato. Arenas se confesó incapaz de abonar la siguiente paga extra a los pensionistas, para lo que el Gobierno tuvo que recurrir a un crédito.

    "Solbes nos acusó entonces de exagerar -apostilla Montoro-. Negó lo de los 200.000 millones de pesetas y dijo que lo único que tenía la Seguridad Social era un problema de liquidez. Pero los 200.000 millones estaban ahí, sin pagar y sin contabilizar".

    "Lo importante -remata- es recordar que cuando llegamos el número de cotizantes a la Seguridad Social era de 12,5 millones y cuando nos fuimos de 20,5 millones. Y ningún país ha creado ocho millones en puestos de trabajo en ocho años".