Manu Brabo: "Hasta que me pillaron estaba cumpliendo el sueño de mi vida"

El fotógrafo asturiano Manu Brabo, detenido durante un mes y medio en Libia por la policía de Muamar el Gadafi, ha aterrizado a las 12:40 horas de este viernes en el aeropuerto de Barajas en un vuelo regular de la compañía Tunisair, procedente de Túnez. "El resumen es que la cagamos un día", ha concluido sobre su experiencia.

Desde el avión, Brabo ha sido trasladado a la sala de autoridades del aeropuerto madrileño, donde le esperaban sus padres, Manuel Varela y Victoria Brabo, que se han desplazado desde Gijón, y personal del Ministerio de Asuntos Exteriores.

"El resumen es que la cagamos un día"

Poco después, Brabo ofrecía una rueda de prensa. "El resumen es que la cagamos un día pisándole más de lo que le teníamos que pisar. Hubo un contraataque de los 'gadafos', intentamos alejarnos, pero nos pillaron", ha asegurado entre lloros el periodista Manu Brabo al inicio de su comparecencia.

"Fue como en una película, nos bajaron del coche y nos fríen a culatazos". A pesar de ello, Manu Brabo ha asegurado que al principio todo "parecía de guasa. Nos daban bocatas, té y cigarrillos. El de la BBC decía que en tres días nos íbamos. El se fue pero yo me quedé", ha bromeado el fotógrafo español.

A continuación, Brabo ha indicado su confusión cuando poco después de que las autoridades de Libia les asegurasen que no pasaba nada porque las relaciones bilaterales entre Libia y España "son buenas", es acusado de espionaje y de ejercer el periodismo sin permiso".

"Tú sabes que estás vivo, pero piensas en tu familia"

Tras la acusación, es trasladado a la cárcel hasta que se celebra el juicio. Tras unos días en prisión, Manu Brabo se sintió reconfortado cuando por fin pudo hablar con su familia por teléfono. "Tú sabes que estás vivo pero piensas que ellos no lo saben. Pero resulta que tu familia sabe más que tú", ha asegurado el fotógrafo.

Tras varios días en prisión, y a la espera del juicio, las autoridades libias trasladaron a Brabo a una villa que el periodista ha denominado "la granja de engorde". "Nos trataron bien y nos dieron de comer hasta que parecimos personas". A los diez días, el español consiguió hablar con el representante de España en Libia, que le explica que "no la cague pero que lo peor ha pasado. Que tenga paciencia".

Poco después, Brabo es juzgado y condenado a un año de prisión.  "Un día después nos llevan a otra villa y allí nos mandan arreglarnos, nos vendan los ojos y nos meten en un coche. Rato después nos quitan la venda e íbamos con gente bien vestida que nos llevó al hotel donde está la prensa", ha relatado Brabo. "Allí el portavoz español nos pregunta si queremos volver a España o quedarnos a trabajar", ha comentado con ironía.Poco después, Manu Brabo por fíi podía regresar a España.

"Estaba haciendo el sueño de mi vida"

A pesar de la tragedia, Brabo es optimista. "Hasta el día que me pillaron estaba haciendo el sueño de mi vida", ha indicado. "Cuando vas a esos sitios asumes que esas cosas pasan, pero nunca crees que te pueden pasar a ti", ha concluido Brabo la rueda de prensa.

"Ahora me apetece tomarme unas cervezas con los colegas de aquí. Vida normal, estar con mi familia y currar si se puede", ha completado.