España

Blanco se queda sin los 500 millones para obras prometidos por Salgado

    El ministro de Fomento, José Blanco. <i>Foto: Archivo</i>


    A mediados de agosto de 2010, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, acompañada por el ministro de Fomento, José Blanco, anunció que el Ministerio presidido por éste contaría con una financiación adicional de 500 millones de euros para salvar de la quema a 49 grandes obras públicas.

    Dicha cantidad iba a proceder de la holgura ofrecida por la "normalización" en el pago de la deuda pública. El eufemismo normalización se refería a que el coste de financiación de la deuda iba a ser menor y habría ahorros en el pago de la misma.

    Cinco meses después de aquella declaración de Salgado, ratificada por Blanco, la deuda en circulación asciende a 540.800 millones de euros, cantidad menor que la prevista presupuestariamente, pero mucho más cara.

    Cuando la ministra compareció en agosto, el tipo de interés medio aplicado a la deuda del Estado era del 3,60%, mientras que en enero, por ejemplo, era del 3,49%. En noviembre, último mes con información publicada, el tipo había subido al 3,65%. Esto significa que por cada millón de euros emitido en enero, se pagaban 34.900 euros; por cada millón emitido en agosto, 36.000 euros y, ya en noviembre, 36.500 euros.

    Si se comparan homogéneamente las 56 emisiones de 2010 con las de 2009, los costes de financiación han crecido un 23,3%. En euros, 588 millones más.

    La prima de riesgo se dispara

    El pago de intereses total por la deuda pública representó en 2010 el 2,20% del PIB y ya se ha superado lo presupuestado (23.200 millones) en 67 millones de euros con los datos de diciembre aún sin conocer. Este año se prevé que supongan todavía un 18% más, hasta los 27.461 millones de euros. Y a todo ello se añade que la prima de riesgo de la deuda española está alcanzado niveles históricos. Hay que pagar más por colocarla porque no es fiable. Los más de 260 puntos básicos a los que ha llegado representan más costes adicionales.

    Ante este panorama, ¿se puede seguir manteniendo que hay dinero de más para hacer obras? ¿Y qué ha pasado con ellas? "Poco o nada", ratifican en el sector, que todavía anda buscando los 500 millones prometidos. De momento, nadie lo ha encontrado "porque no existen", dice convencido el portavoz de CiU en el Congreso, Pere Macias, crítico con la política de bandazos del Ejecutivo de Zapatero.

    Algunos se temen lo peor y creen que el ajuste previsto para 2010 y 2011 es sólo un pequeño aperitivo de lo que se avecina. "Tememos que en los próximos meses se anuncie un nuevo recorte en la obra pública que tranquilice a los mercados internacionales", explican desde unas de las asociaciones de la construcción. "Los ajustes todavía no han empezado", añaden.

    Es la opinión también de Macias, que devuelve la pelota al Gobierno y a los 500 millones del rescate ha respondido con una "larga y pesada" batería de 500 preguntas lanzadas en el Congreso de los Diputados. Y sólo para el tema catalán. Medio millar de interrogantes sobre la situación de las obras comprometidas que no han visto "ni verán la luz", dice el portavoz de CiU. "Está todo parado", indica.

    Sobre la mesa están el estado de las obras de la autovía A-2 de Girona a Barcelona; la autovía A-14 de Lleida a Sopeira; qué sucede con los tramos pendientes de la autovía Orbital B-40, también conocida como cuarto cinturón; qué ocurre con las obras paradas entre Tordera y Maçanet de la Selva, o con proyectos adjudicados que, como Gárrigas- Pont de Molins, continúan en redacción... y así hasta 500 preguntas. Y sólo para la comunidad autónoma de Cataluña.

    Es la cara más dura de la crisis en un sector que ha recibido el nuevo año con escepticismo. El panorama no pinta bien. Los mercados no mejoran y las agencias de calificación miran con recelo los planes de ajuste de Zapatero.

    Esa "normalización" de los mercados de la que habló Salgado, animada por la estabilidad conseguida tras la publicación de los stress test el pasado julio, no parece haber calado en la construcción, que sigue perdiendo empleos. En Jaén, poco o nada saben de esos 500 millones que deberían haber permitido la continuidad de la autovía A-32 entre Linares y Albacete.

    "La autovía... que no llega", ironizan desde el Ayuntamiento jienense de Torreperogil. Se han producido muchas expropiaciones de terrenos e incluso se han cortado los olivos, pero los agricultores no han recibido indemnización alguna. "¿Qué va a pasar ahora?", se preguntan.

    No hay respuesta, como tampoco la hay en otra comunidad autónoma, Aragón, donde todo anda con retraso o en la Comunidad Valenciana, donde sólo la variante de Cofrentes (N-330) se ha ejecutado. Todos buscan los 500 millones de euros que prometió la ministra Elena Salgado... "Y si algo se mueve, no son precisamente las grúas", dicen con pesar los grandes de la construcción.