España
Los gitanos en España ya tuvieron su "Gran Redada" para el 'exterminio'
"Arrestar y extinguir a todos los gitanos del Reino". Esa fue la orden que España quiso llevar a cabo en el siglo XVIII con el colectivo gitano al que el Rey de entonces, Fernando VI, tuvo que hacer frente. El plan estaba estratégicamente planeado: el 30 de julio de 1749, a la misma hora y en toda la región se perseguiría, aislaría y arrestaría a todos los gitanos. Análisis: Europa contemporiza con la xenofobia francesa | Blog 'La Telaraña': Discriminación de la etnia gitana
El acontecimiento histórico se conoce como 'La Gran Redada' y la operación estaba estudiada minuciosamente a fin de que nada fallase. Las órdenes, transmitidas mediante sobres a las fuerzas del orden público, contenían detalles como cortes de calles para evitar las huidas de los gitanos o interrogatorios para averiguar el paradero desconocido de los que apareciendo en el censo no se les encontraba.
Tras el arresto, los gitanos eran separados en dos grupos: los hombres mayores de siete años se incorporarían a trabajos forzados en los arsenales de la Marina y las mujeres y los menores de siete años se incorporarían a labores en las cárceles o fábricas. Los bienes de los gitanos detenidos fueron confiscados y sirvieron para financiar la operación.
La mayor minoría étnica de Europa
Este capítulo de la Historia de España basta para ilustrar una de las múltiples persecuciones que el colectivo ha sufrido en Europa. Los gitanos forman a día de hoy la mayor minoría étnica del Viejo Continente con una población de entre 8 y 9,6 millones de personas. En España la población gitana alcanza los 800.000, siendo la mayoría ciudadanos comunitarios.
La decisión de Francia de expulsar a los gitanos de su territorio ha abierto viejas heridas en el colectivo que históricamente ha sido rechazado por diferentes países y protegido por leyes europeas por ser una minoría.
Ayer la Unión Europea fue escenario de un nuevo episodio de desacuerdos en políticas de migración, derechos y enfrentamientos entre los líderes. La comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, fue atacada por sus duras críticas a Francia sobre las expulsiones de gitanos comparadas con las ejecuciones que Alemania llevó a cabo durante la Segunda Guerra Mundial contra los judíos. Desde el Gobierno español se le emplazó a "contener" su "fuerza declarativa".
Según declaró el presidente de la Asociación Nacional de Gitanos en España, Manuel Martín Ramírez, "está probado que ni uno de las cerca de mil personas deportadas de Francia tenían pendiente expediente policial o judicial alguno. Su expulsión es un abuso contrario a la ley y un presunto delito de lesa humanidad".