España

Israel desafía la presión internacional y defiende su bloqueo de Gaza



    Israel advirtió este martes de que impedirá a cualquier barco humanitario entrar en las aguas de Gaza, un día después del sangriento ataque contra una flotilla, que suscitó indignación internacional y la exigencia de una investigación por parte de la ONU.

    A Israel el tiro parece haberle salido por la culata en todos los aspectos: Turquía, hasta hace poco su principal aliado en la zona, denunció la operación como un "ataque sangriento" que debe ser "castigado", y Egipto ordenó abrir la terminal de Rafah, el único paso de la Franja de Gaza no controlado por Israel, para el envío de ayuda humanitaria y el traslado de enfermos.

    El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que tuvo que acortar una visita a Canadá y renunciar a un encuentro con el presidente estaodunidense, Barack Obama, es esperado en Israel para contener una crisis diplomática mayor, causada por el asalto israelí, que dejó nueve muertos.

    Al mismo tiempo, la policía elevó su nivel de alerta para hacer frente a eventuales "disturbios" en las ciudades árabes israelíes, tras el llamamiento de la mayor organización de la comunidad árabe-israelí a una jornada de huelga y manifestaciones.

    En el ámbito internacional, los países de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) celebran este martes una reunión especial a solicitud de Turquía, uno de sus miembros. También se espera una reunión extraordinaria de la Liga Árabe en El Cairo. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU celebrará igualmente otro encuentro en Ginebra.

    Pese a la presión internacional, Israel expresó su determinación a hacer respetar el bloqueo que impone a la Franja de Gaza desde 2007, cuando el movimiento islamista Hamas se hizo con el control de ese territorio palestino. "No permitiremos a los barcos llegar a Gaza y abastecer lo que se ha convertido en una base terrorista que amenaza el corazón de Israel", declaró este martes el viceministro de la Defensa israelí, Matan Vilnai.

    Organizadores de la 'Flotilla de la Libertad' aseguraron que están preparando el envío de otros dos barcos con ayuda humanitaria para Gaza. Uno de las organizadoras, Greta Berlin, precisó sin embargo que la próxima tentativa de romper el bloqueo israelí no tendría lugar antes de varios días.

    El lunes al alba, comandos de la marina israelí lanzaron en las aguas internacionales un asalto contra una flotilla de seis barcos, que llevaba a centenares de activistas propalestinos y toneladas de ayuda para Gaza. Según el ejército del Estado hebreo, nueve pasajeros murieron y siete soldados resultaron heridos a bordo del ferry turco 'Mavi Marmara', el mayor de los seis barcos.

    Tras la masiva ola de críticas internacionales contra Israel, el Consejo de Seguridad de la ONU pidió este martes una investigación imparcial del hecho y exigió la liberación inmediata de los civiles detenidos.

    El asalto fue además devastador para las relaciones entre Israel y Turquía, antaño aliados en la región. Ankara acusó a Israel de "terrorismo de Estado" y llamó a su embajador en Tel Aviv.

    El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo este martes que Israel debe ser "castigado" por la "masacre sangrienta" y advirtió al Estado hebreo sobre el riesgo de poner a prueba la paciencia de Turquía.

    Israel, que ya había advertido de que no permitiría que se violara el bloqueo, acusó a los militantes propalestinos de haber "desencadenado la violencia", al atacar a los soldados con cuchillos y barras de hierro. Pero los organizadores del convoy aseguraron que los comandos habían abierto fuego de forma injustificada.

    Tras el asalto, los seis navíos fueron llevados bajo escolta al puerto de Ashdod (sur de Israel). Cuarenta y cinco de los 686 pasajeros detenidos estaban en "vías" de ser expulsados del país.

    Este martes, la prensa hebrea fustigaba el "fiasco" israelí. "En estos tiempos difíciles , no tenemos al primer ministro, ni al ministro de Relaciones Exteriores, ni al gobierno, compuesto en su mayoría por lamentables e inútiles ministros, que Israel necesita", fulminaba el diario centrista Maariv.