España

La financiación de los bancos españoles se encarecerá tras la decisión de S&P



    La financiación de los bancos españoles se encarecerá tras la decisión de Standard & Poor's de revisar a la baja la perspectiva de crédito de España, que pasa de estable a negativa, lo que deja abierta la posibilidad de un recorte de la calificación soberana de España en los dos próximos años.

    Varios expertos de coinciden en señalar que esta decisión encarecerá no sólo las emisiones que realicen las entidades, sino también la petición de financiación al BCE, lo que puede afectar a la competencia para el sector financiero español.

    En concreto, los analistas de Renta 4 subrayan que aunque aún no se haya hecho efectiva una nueva revisión del rating, sólo la advertencia de esta posibilidad ya supondrá un encarecimiento del coste de financiación, y recuerdan que los spreads (diferenciales) de la deuda ya se han encarecido hasta 70 puntos básicos.

    "Toda la deuda que puedan emitir con el aval del Estado será más cara, y aunque emitan sin aval, las cédulas, titulizaciones, bonos, participaciones preferentes o cualquier instrumento que elijan se traducirá en un incremento del coste del pasivo. Es una presión adicional sobre los márgenes", indicaron los expertos de Renta 4.

    Efecto sobre los préstamos

    En este sentido, los analistas de Atlas Capital también subrayaron que no sólo la financiación será más cara para los bancos, sino que los préstamos que ellos concedan también lo serán, y esto podría provocar una disminución de la actividad.

    No obstante, recordaron que aunque la noticia no ha sorprendido tras la rebaja del rating a Grecia por parte de Fitch, existe una gran dispersión entre las diferentes agencias de calificación, ya que ni Fitch ni Moody's han revisado la calificación de España.

    Una decisión previsible

    Por su parte, el equipo de Selftrade indicó que "no les extraña" la decisión, ya que el elevado déficit que existe tanto en Estados Unidos como en la Eurozona, y en especial en países como España, puede llevar a estas agencias a revisar los ratings.

    "Los estados se están gastando mucho dinero, los ratios de desempleo son negativos, el gasto público puede dispararse y la deuda es cada vez es mayor, por lo que no es lógico que los países tengan la máxima calificación y más, concretamente, los peor parados como España y Grecia", subrayaron estos expertos.

    Además, señalaron que las entidades tendrán que ofrecer una mayor rentabilidad para poder colocar deuda en el mercado, lo que se traducirá en un mayor coste para los bancos.