España

Aznar: "Las medidas del PSOE no ayudan a salir de la crisis, sino que la agudizan"

    El ex presidente del Gobierno, José María Aznar


    José María Aznar fue presidente del gobierno de España entre 1996 y 2004. Ocho años en los que se crearon en España casi cinco millones de puestos de trabajo. España generaba por entonces más empleo que Alemania, Francia e Italia juntas. Y de ello presume en 'España puede salir de la crisis' (Planeta), su libro-programa-receta que este martes presenta en Madrid.

    Porque el actual presidente de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) es optimista en cuanto a las posibilidades que tiene España para salir de la crisis, algo que el título expresa de su libro ya expresa con toda claridad. Por si acaso, ya en la primera página, afirma que es precisamente su convencimiento de que no debemos instalarnos en el pesimismo lo que le movió a escribir el libro.

    Aznar, por si acaso, comienza con una redefinición del contexto. Da su propia visión de la crisis de la economía mundial, pasa a la crisis de la economía española y, ya en la tercera parte, encara las formas de superar la crisis. Pero, ante todo, una consideración. Según Aznar, más que "crisis económica", que la hay, estamos ante todo ante una "crisis política".

    La vuelta del PP al Gobierno

    Para el expresidente del Gobierno, si bien la crisis es global, está golpeando de modo especialmente grave a España por factores internos, factores que son -y enumera- políticos, sociales y morales. Punto número uno, por tanto. La solución debe ser igualmente política, social y moral. Para ello se requiere un impulso colectivo de los españoles, uniendo esfuerzos y recuperando el espíritu de la transición. Elecciones adelantadas, por tanto. Y la vuelta del PP al Gobierno.

    Comenzando por el final, para que España pueda salir de la crisis hay que cambiar claramente de rumbo y apostar por un liderazgo fuerte capaz de abordar una ambiciosa agenda de reformas, apostando por la austeridad y el recorte del gasto público, la contención del empleo público, la racionalización del modelo autonómico, las rebajas de impuestos y una nueva oleada de privatizaciones de empresas públicas. Nada, por otra parte, que sorprenda.

    Según Aznar, el problema actual de la crisis en España es que "la mayoría de las medidas aprobadas por el PSOE no sólo no ayudan a salir de la crisis, sino que la agudizan". Y añade que "el conjunto de iniciativas que podrían ayudar a España a salir de la crisis no está, en modo alguno, en la agenda política del Ejecutivo".

    Más ideas "elocuentes"

    El recetario de Aznar es elocuente. Además, hace falta liberalizar los mercados de servicios, una profunda reforma laboral, asegurar la sostenibilidad de los sistemas de pensiones, mejorar la eficiencia y reducir los costes de los sistemas sanitarios, mejorar el sistema educativo y la supervisión que el Estado realiza de la actividad financiera.

    España necesita, sobre todo, mayor competitividad y cohesión nacional; en estos dos últimos terrenos sería muy interesante retomar el Plan Hidrológico Nacional. Conseguir todo eso requerirá "responsabilidad, disciplina y dedicación por parte de los líderes". Y si a esas alturas del libro aún el lector no lo tuviera claro insiste: "España no va a salir de esta crisis con mayores dosis de socialismo simpático o de optimismo antropológico".

    Aznar insiste en que, pese a que no se hable mucho de ello, una causa que ha contribuido a agudizar la crisis en España es la desvertebración de la nación. "Se necesita más España, no menos". Y la lista sigue. Hace falta una justicia eficaz e independiente, así como que España recupere en el exterior "su imagen de país fiable que cumple sus compromisos con sus aliados". Y otra cuestión básica es la educación, que necesita cambios profundos que acaben con la degradación de la vida educativa.

    A la vez que acusa al Gobierno socialista de devaluar la institución familiar, porque "aspira a que el Estado se ocupe casi en exclusiva de la salud, de la educación, de la moral y del cuidado de los mayores".

    Las causas de la crisis

    Pero vayamos por parte. Aznar analiza de un modo muy didáctico las causas, según su visión de las cosas, de este período de paro y escaso o nulo crecimiento económico, motivado en buena parte, según dice, por los "excesos financieros e inmobiliarios de las principales economías del mundo". Entre esas causas están, básicamente, cinco grandes errores. En los que el sistema bancario no sale demasiado bien parado. Y enumera:

    1. Los excesos cometidos por los principales bancos centrales del mundo que inundaron de dinero la economía mundial.

    2. Los graves errores cometidos por los Estados a la hora regular la actividad financiera y supervisar la salud del sistema bancario y el buen funcionamiento del mercado de valores.

    3. Los errores de los gobiernos en sus políticas públicas.

    4. Los errores de los bancos a la hora de gestionar el riesgo.

    5. La falta de transparencia, profesionalidad y ética de una parte de los profesionales de los mercados financieros.

    La burbuja inmobiliaria y la financiera

    Además, analiza la estrecha vinculación entre la burbuja inmobiliaria y la financiera, pero con ser grave, la actual crisis no representa para el expresidente el final del capitalismo. Y aunque es muy diferente de la del 29, tiene dos puntos en común con aquélla: la indeseable reacción proteccionista que se ha desatado y la falta de confianza que están transmitiendo muchos gobernantes.

    Por otra parte, hay factores positivos, como son los sólidos fundamentos estructurales de la economía mundial, la adecuada reacción que han tenido los bancos centrales y los gobiernos que los han respaldado, y la apuesta en la cumbre del G20 por la economía de mercado.

    Una pregunta que la crisis ha puesto sobre el tapete es si lo que falló fue el Estado o el mercado. Aznar sostiene con claridad que el sistema de libre mercado es el mejor de los posibles, por lo que no necesita ser "refundado". "El mercado no ha fallado, aunque algunas personas hayan cometido errores; quien ha fallado ha sido el Estado en su labor reguladora y supervisora".

    No deja de ser curioso, la valoración que hace Aznar de que la crisis actual tiene también una dimensión política y moral, que tiene que ver con "la quiebra de determinados principios morales y la renuncia a determinados valores", motivado por la "cultura de la irresponsabilidad" del PSOE.

    Resumen: que el Gobierno ha convertido "una herencia económica envidiable en una pesadilla económica y social" y a España "en la fábrica de parados de la Unión Europea".