Dar al interruptor de la luz es cada vez más caro, a pesar de los múltiples recortes
- Industria presume de que en 2013 bajó la factura: lo que bajó fue el consumo
Comienza 2014 y el Ministerio de Industria se ha impuesto como propósito para el año nuevo convencer a los ciudadanos de que el recibo de la luz medio bajó un 0,9% durante el pasado año, mientras que para las familias con dos hijos el descenso fue del 3,1%. Sin embargo, los datos están basados en estudios del Instituto Nacional de Estadística, con medias de gasto comparando un año y otro, pero no de consumo.
Así, la realidad es que los consumidores han pagado menos en electricidad porque han tenido un menor consumo, no porque la electricidad sea más barata. No hay más que ver los datos de la evolución de las subidas del pasado año. A lo largo de 2013 hubo cuatro subidas -3% en enero, 1,2% en julio, 3,2% en agosto y 3,1% octubre- y sólo una bajada -del 6,6% en abril-.
La crisis ha generado una mayor conciencia del ahorro y además algunos consumidores se han podido decantar por bajar la potencia de sus suministros después de las campañas realizadas por algunas organizaciones de consumidores e incluso por algunos gobiernos regionales, como el de Canarias.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la potencia utilizada para el cálculo -3,9 kilovatios- no existe, si no que es una media de las establecidas. Por otro lado, el Ministerio de Industria ha contabilizado que la luz ha subido un 3,4% para las segundas residencias.
¿Pero cómo sabe el Ejecutivo cuáles son segundas residencias? Uno de los cambios contemplados en la reforma se centraba en que la parte fija del recibo supondría un mayor peso para las viviendas con un menor consumo. Por tanto, una persona soltera con una larga jornada laboral y que tiene muy poco consumo eléctrico está pagando una penalización en el recibo de la luz como si fuera una segunda residencia.
El término fijo se ha duplicado
El secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, cifró en el 3,2% la subida media anual en 2012 y 2013 -durante la andadura del Gobierno de Mariano Rajoy-, frente al incremento acumulado del 62% en las dos anteriores legislaturas con José Luis Rodríguez Zapatero. Sin embargo, no hay que olvidar que, a parte de las subidas progresivas, el término fijo se ha duplicado y en 2012 también se incrementó el IVA del 18 al 21% para un bien considerado como esencial y cuando actualmente 4 millones de consumidores en España sufre la denominada pobreza energética -no pueden mantener sus hogares a una temperatura adecuada durante los meses de más frío-.
Búsqueda de un buen precio
De lo que sí es consciente el Gobierno es de que el país necesita un precio de la energía competitivo y que esté protegido de la volatilidad que pueda experimentar el mercado eléctrico diario -pool- y el de futuros, tal como sucedió el pasado mes de diciembre y que afectó a la subasta Cesur que fue suspendida por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia tras arrojar un alza del recibo del 11%. El departamento que dirige José Manuel Soria quiere además dotar de estabilidad al sistema y aplanar los polos de las fluctuaciones.
El Ministerio trasladará su propuesta al superregulador y para elaborar el nuevo mecanismo ya ha pedido información a la gran industria, así como a las pymes y a asociaciones de consumidores.
Menos revisiones de la luz
Soria también se ha reunido con las eléctricas y les ha trasladado la posibilidad de hacer varias subastas en cada revisión para fijar el componente de la energía y que incide en el 40% del precio final. No obstante, el Gobierno quiere reducir el número de revisiones para dar estabilidad al consumidor. El objetivo es subastar productos a largo plazo para reducir también la prima de riesgo de los agentes que participan en este mecanismo.
No obstante, cabe destacar cómo ha caído el precio del mercado mayorista en los últimos años, en concreto un 30% durante los años de la crisis. A pesar del escandaloso mes de diciembre, donde se superó la cota de los 90 euros por megavatio en cuatro ocasiones, el precio medio del pool cayó un 6% el pasado año en comparación con 2012. Y todo ello a pesar de la batería de impuestos aplicados a la generación para cuadrar el déficit y que afecta sobre todo a la hidráulica y a la nuclear, ya que soportan cánones específicos además del 7% aplicado a la generación.
Sin embargo, esta caída no se ha visto trasladada al recibo, que cada vez soporta más costes regulados. Sólo cabe esperar que este año por fin se dome a esta fiera, aunque alguna agencia de calificación ya ha puesto en duda este otro propósito de Industria para el año nuevo. El problema es la credibilidad, ya que las propias empresas tampoco creen que el problema esté resuelto.
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