Energía

La reforma energética en México da una nueva oportunidad a Repsol



    Repsol tiene todas las papeletas para ser la empresa española más beneficiada si el Congreso mexicano aprueba el último paquete de medidas energéticas presentadas por el Gobierno de Enrique Peña Nieto. La esencia de esta reforma es precisamente abrir el mercado energético del país iberoamericano a inversiones privadas extranjeras y de momento Repsol se posiciona como la primera empresa española que participa en las actividades de desarrollo y explotación de hidrocarburos en México.

    La experiencia de la empresa liderada por Antonio Brufau en este país, donde cuenta con un bloque de explotación y realiza además actividades de Gas Natural Licuado, electricidad, biocombustibles y distribución de lubricantes a través de Gas Natural Fenosa, es un punto a favor para Repsol, ya que en caso de aprobarse la reforma, el grupo tendría la oportunidad de ampliar su cartera en el sector petrolero en México.

    Relación con Pemex

    La relación de ambas compañías está más que constituida ya que Repsol cuenta en su cartera de accionistas con la estatal Pemex, que tiene en sus manos el 9,4% de la española. Sin embargo las expectativas de Repsol desde hace un tiempo estaban más centradas en posicionarse como un socio local de Pemex para poder participar en la industria mexicana petrolera, algo que no se ha podido cumplir porque el mercado estaba cerrado.

    Con todas estas condiciones a su favor, la española se sitúa en un puesto preferente frente a la que se plantea como la mayor reforma impulsada por el Gobierno de Peña Nieto, que ha propuesto modificar dos artículos de la Constitución, en los que se habla del dominio de los hidrocarburos y monopolios. Estos dos puntos prohíben actualmente al Estado firmar contratos con empresas privadas y dar concesiones ya que el sector petrolero sigue siendo en México un símbolo de soberanía.

    De hecho, esta propuesta ha levantado ampollas en los partidos de la oposición, puesto que ven en ella el claro sello de la privatización. El Partido de la Revolución Democrática (PRD) de México, liderado por Jesús Zambrano, no ve clara la necesidad de modificar la constitución y mucho menos que el Gobierno hable de la falta de rentabilidad de Pemex como una excusa para recibir inyecciones de dinero foráneo.

    Mucho peso económico en el país

    Se supone que la compañía estatal es la cuarta petrolera más importante a nivel internacional y la hacienda mexicana se queda con el 70% de sus ingresos, de forma que aporta el 40% del presupuesto nacional en México. Sin duda el principal miedo de los oponentes al Gobierno de Peña Nieto es que la renta petrolera deje de ser exclusivamente del pueblo mexicano.

    Unos temores que se encuentran sustentados entre las propuestas del Ejecutivo, ya que se recoge la posibilidad de modificar el régimen fiscal de Pemex. Para frenar las críticas a la reforma, que también afectará al sector eléctrico, el presidente recurrió a un discurso del general Cárdenas de hace 75 años y dejó muy claro que Pemex seguirá siendo una empresa pública tutelada por el Estado.