Energía

La reforma prevé recortes en la distribución



    Esperada, pero temida. La incertidumbre sobre el contenido de la, cada vez más cercana, reforma del sector energético está provocando elevadas dosis de ansiedad entre todos los agentes involucrados en el sector. Y no es para menos, porque las últimas noticias no son nada halagüeñas.

    El Gobierno pretende recaudar la nada desdeñable cifra de 4.000 millones de euros adicionales para atajar el déficit de tarifa -que ya supera los 30.000 millones-, de los que el 10 por ciento, es decir, 400 millones de euros, procederían de los recortes contemplados previsiblemente para la distribución y el transporte.

    Un recorte que, en el caso de la distribución, se sumaría a los 688 millones de euros que las eléctricas ya sufrieron en marzo de 2012 y que, en su momento, provocó un gran descontento entre las mismas que, a pesar del jarro de agua fría recibido, manifestaron su intención de adaptar su estructura y sus inversiones al nuevo modelo y de esforzarse por ofrecer el mejor servicio de suministro eléctrico posible en este nuevo contexto.

    Con el objetivo de cuantificar los indicadores globales y unitarios de los marcos retributivos de la actividad de distribución para los principales países de Europa en 2012, KPMG Consultores ha elaborado, a petición de la Asociación Española de la Industria Eléctrica (Unesa), el documento Retribución comparada de la distribución eléctrica en Europa, con datos actualizados a mayo de 2013.

    Si observamos el gráfico adjunto, todos los parámetros indican que la retribución en España es inferior a la media europea. En el caso de la demanda anual de energía (MWh), la retribución en nuestro país es de 19 euros por megavatio hora, mientras que la media europea se sitúa en 22 euros por megavatio hora. El gráfico también recoge la retribución en función del número de clientes de distribución -actualmente 27.920.162 de clientes en total-, que en España sale a 179 euros por cliente, cuando la media europea arroja una cifra de 257 euros. En el caso del tamaño de las redes -tenemos 914.788 kilómetros-, la retribución es de 5.470 euros por kilómetro de línea de distribución, cuando la media en Europa asciende a 6.620 euros por kilómetro.

    Garantía y calidad de suministro

    La red eléctrica de distribución desempeña un papel fundamental, ya que es la encargada de garantizar el suministro eléctrico a los consumidores domésticos e industriales, por lo que requiere de grandes inversiones no sólo en la construcción de nuevas líneas y subestaciones, sino también en las labores de operación y mantenimiento de las mismas para mejorar la accesibilidad y la calidad de la red, así como en avances técnicos y tecnológicos que permitan a los consumidores reducir sus gastos controlando su consumo -contadores electrónicos y telegestión-.

    Gracias a las mejoras introducidas en la gestión, en la tecnificación de la red y al esfuerzo inversor en las regiones en las que prestan sus servicios de distribución eléctrica -Andalucía, Baleares, Cataluña, Extremadura, Aragón y Canarias-, Endesa obtuvo el pasado año un nivel de calidad de suministro eléctrico equiparable al de las mejores empresas eléctricas europeas, con un Tiepi total (Tiempo de Interrupción Equivalente a la Potencia Instalada) de 71 minutos, mejorando en un 5,3 por ciento la cifra de 2011.

    La inversión bruta realizada en 2012, incluyendo inversiones en mejoras de la red, de 850 millones de euros, les ha permitido actuar sobre más de 100 subestaciones y poner en servicio 9 más, 4.200 kilómetros de líneas de alta, media y baja tensión y 1.495 centros de distribución. Todas estas nuevas infraestructuras han aumentado la capacidad de la red eléctrica gestionada por Endesa en 1.043 MVA, hasta alcanzar los 83.569 MVA de capacidad instalada.

    Dentro de los programas de mantenimiento de las líneas eléctricas, y como medida preventiva, la compañía realiza revisiones termográficas de la red de media y alta tensión -en helicóptero, a pie o con vehículos todo terreno- que este año, en la zona de Cataluña y como principal novedad, ha incorporado el uso de dos helicópteros no tripulados (drones) para revisar el estado de la red eléctrica. Son aparatos de 75 centímetros de largo y un peso de entre 2 y 4 kilos equipados con cámaras de alta resolución que permiten captar imágenes de las líneas en puntos de difícil acceso.

    En el caso de Gas Natural Fenosa, su presupuesto para el mantenimiento de la red en 2013 se acerca a los 65 millones de euros, realizando cada año cerca de 110.000 actuaciones con el fin de modernizar la instalaciones, mejorar el servicio que presta a los usuarios y actuar en caso de incidencia.

    También ejecuta más de 4.000 actuaciones de tala y poda en los territorios en los que realizan distribución eléctrica. Estas actuaciones, además de asegurar la calidad del suministro eléctrico, contribuyen a limpiar las zonas por las que transcurren los tendidos. Las líneas de alta tensión (7.000 kilómetros) se supervisan mediante vuelo de helicóptero, que hacen una revisión termográfica del estado de la infraestructura.

    Gracias a la inversión que se ha realizado en las redes durante los últimos años, la calidad del servicio ha mejorado de forma sustancial. En 2012, las redes operadas por Gas Natural Fenosa alcanzaron la mejor calidad de servicio de la historia de la compañía. El Tiepi se situó en 33 minutos, con una mejora del 21 por ciento respecto del ejercicio anterior.

    Mejora de las instalaciones

    Dentro de los trabajos de mejora de las instalaciones eléctricas, Iberdrola revisó durante el primer semestre de 2012 un total de 64.500 kilómetros de sus líneas eléctricas en España para reforzar la seguridad de suministro ese verano y con el objetivo último de seguir mejorando la calidad del servicio que ofrece.

    La eléctrica inspeccionó aquellas líneas de muy alta, alta y media tensión que tienen una mayor punta de demanda de energía eléctrica por las elevadas temperaturas veraniegas.

    La compañía presidida por Ignacio Galán ha realizado una revisión ordinaria de 20.000 kilómetros de líneas y una rápida de cerca de 10.000 kilómetros. Estas actuaciones están orientadas a detectar posibles anomalías en los elementos que componen este tipo de instalaciones: aisladores, conductores, herrajes, apoyos, dañados por rayos, arbolado, obras de construcción o edificaciones próximas, entre otras causas.

    Asimismo, la empresa ha realizado un reconocimiento exhaustivo de los apoyos eléctricos, así como las mediciones necesarias para la detección de posibles anomalías en 23.500 kilómetros de sus tendidos. También ha comprobado por infrarrojos -análisis termográfico- más de 9.000 kilómetros de líneas y ha realizado trabajos de limpieza de los pasillos por donde discurren las líneas, talando y podando aquellos árboles que presentaban un mayor riesgo de contactar con los tendidos a lo largo de cerca de 2.000 kilómetros de líneas.

    Otra de las empresas con grandes inversiones en mantenimiento es E.ON, que distribuye electricidad en Cantabria, Asturias, norte de Castilla y León y Galicia, donde la compañía cuenta con una infraestructura de unos 33.000 kilómetros de red para dar servicio a una base de más de 670.000 clientes.

    En 2012, E.ON consiguió una importante mejora en la calidad de suministro. El Tiepi registrado fue de 59 minutos, gracias al esfuerzo realizado en el mantenimiento preventivo de la red y la constante inversión, tanto en telecontrol, como en infraestructuras, sobre todo teniendo en cuenta que la zona del norte de España se caracteriza por una especial dificultad orográfica, con gran dispersión de los puntos de consumo, que exige mayores esfuerzos y recursos tanto en la construcción de nuevas infraestructuras como en las tareas de mantenimiento de la red.

    Además, se trata de zonas de costa -25 kilómetros de costa por kilómetro cuadrado-, con fuertes rachas de viento que arrastran la sal del mar al interior del territorio provocando un mayor deterioro de las instalaciones, lo que incrementa los costes de mantenimiento ya que se utilizan materiales anticorrosivos que suben el presupuesto.

    E.ON también realiza actividades de tala y poda de los árboles que están al lado de las líneas eléctricas para evitar incidencias lo que, a su vez, ayuda a disminuir el peligro de incendios.

    Mencionamos también a HidroCantábrico Distribución Eléctrica, SAU, responsable del suministro de energía eléctrica a más de 650.000 clientes. Su mercado tradicional está asentado en Asturias y en él juega un papel muy importante el sector industrial de la zona central, que supone más del 60 por ciento de la energía total distribuida. En 2012, el Tiepi registrado fue de 28 minutos gracias a la incorporación de las más modernas tecnologías informáticas en el control y telemando de la red, en la detección y reparación de incidencias, aspectos que contribuyen a una mayor garantía y calidad del suministro.

    Este esfuerzo de modernización se ha proyectado también sobre el ámbito rural, a través de su participación en los Planes de Electrificación Rural del Gobierno asturiano, que han conseguido ir dotando a amplias zonas del campo asturiano de una adecuada infraestructura del suministro eléctrico.

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