Energía

¿Qué son las situaciones N-1 y N-2 de las que habla la vicepresidenta Aagesen?

    Una subestación eléctrica

    Rubén Esteller

    A lo largo de la crisis energética provocada por el apagón que estamos atravesando es habitual escuchar referencias a las situaciones de N-1 o de N-2 por parte de la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, pero ¿qué significan estos términos en el argot industrial?

    Las situaciones n-1 y n-2 son términos que se utilizan principalmente en el contexto de la seguridad y fiabilidad de las infraestructuras, especialmente en sistemas de energía y redes eléctricas, aunque también pueden aplicarse a otros sistemas complejos como las telecomunicaciones o el transporte.

    Situación n-1

    En un sistema, la situación n-1 hace referencia a un escenario en el que se simula la pérdida de un único elemento o componente del sistema y se evalúa cómo responde el resto del sistema ante esa pérdida. El número "1" indica que el sistema debe seguir funcionando correctamente incluso si uno de sus componentes fallara. Esto implica que el sistema tiene suficiente redundancia para afrontar el fallo de un componente sin que se vea comprometida su operación.

    Por ejemplo, en una red eléctrica, la situación n-1 implicaría que, si se pierde una línea de transmisión, el sistema debería seguir siendo capaz de abastecer la demanda de energía sin que se produzcan cortes significativos.

    Situación n-2

    La situación n-2 es un paso más allá. En este caso, el sistema debe ser capaz de operar correctamente incluso si pierde dos componentes simultáneamente, es decir, se simula el fallo de dos elementos del sistema. Este tipo de análisis es más exigente y permite evaluar la resiliencia del sistema ante situaciones más extremas.

    Siguiendo con el ejemplo de la red eléctrica, la situación n-2 indicaría que, en el caso de que se produzcan dos fallos simultáneos (por ejemplo, dos líneas de transmisión caen al mismo tiempo), el sistema aún debe ser capaz de mantener el suministro de energía sin que ocurran apagones graves.

    En el sector energético, estas situaciones se utilizan para asegurar que las infraestructuras sean lo suficientemente robustas como para resistir fallos en componentes clave sin poner en riesgo la continuidad del servicio. Esto es fundamental tanto para la operación de las redes de transmisión como para la gestión de la generación de energía, ya que la fiabilidad es crucial para evitar interrupciones y garantizar un suministro seguro.

    En resumen:

    n-1: El sistema sigue funcionando si falla un solo componente.

    n-2: El sistema sigue funcionando incluso si fallan dos componentes simultáneamente.

    Ambas son pruebas de resiliencia para asegurarse de que el sistema tiene suficientes recursos o redundancias para evitar fallos importantes en situaciones adversas.