Energía

Rusia es el enemigo, pero España y la UE no paran de comprarle gas licuado

  • La UE adquirirá más GNL de EEUU e impulsará las energías renovables para intentar no depender de Rusia
  • España ha reducido su dependencia del GNL ruso un 4,6%, pero sigue siendo el segundo mayor comprador de la UE
  • La Unión Europea se ha comprometido a abandonar los combustibles fósiles rusos en 2027
Un buque de transporte de gas licuado

Luis M. García

Pese a que las importaciones de gas natural licuado (GNL) por parte de España cayeron un 28% y, de ellas, las procedentes de Rusia lo hicieron un 4,6% en 2024, España fue en el pasado año el segundo país europeo que más gas natural licuado (GNL) importó de Rusia, solo superada por Francia y por delante de Bélgica. Europa mantiene su enfrentamiento con Rusia por la invasión de Ucrania, pero sigue comprrándole GNL a Putin y dependiendo en gran medida de Rusia, aunque pretende apostar por el gas estadounidense en detrimento de Rusia.

España y Francia han intercambiado sus posiciones como compradores de gas licuado ruso. Ahora Francia es quien más adquiere y España ha pasado a segundo lugar, por delante de Bélgica, aunque sigue desembolsado cerca de 2.000 millones de euros anuales a Rusia por su GNL.

Los tres países están entre los que más redujeron las compras de GNL ruso en 2024, según los datos del European LNG Tracker. Todo ello en un contexto en el que el presidente frances, Emmanuel Macrón, ha convocado esta semana a los presidentes de la Unión Europea para preparar una estrategia común ante la guerra de Ucrania y mientras que Pedro Sánchez ha renovado su apoyo a Volodimir Zelenski.

Rusia es a todas luces enemiga de la UE, pero continúa dependiendo del gas que gestiona Vladimir Putin. Aunque las importaciones de GNL ruso por parte de Europa, y de España, no son las de antes, Rusia no ha dejado de ser el primer país de origen de este carburante.

En 2024, el 35% de todo el GNL que llegó a nuestro país procedía de Rusia, mientras que en segundo lugar, con un 30%, se situaba el de EEUU, pese a que el volumen importado también disminuyó el año pasado, un 27%, hasta los 5,4 bcm. Por detrás, Argelia y Nigeria, con el 12%, y Qatar, con el 6%, fueron los siguientes países de procedencia del GNL importado por España el año pasado.

Eso sí, que España esté entre los países que más GNL ruso recibe atiende, además de a su propio consumo, a que gestiona parte de la demanda de otros países.

La demanda baja un 19%

La demanda de GNL ruso por parte de la UE, en todo caso, cayó un 19% en 2024 y está en el nivel más bajo en los últimos 11 años gracias en buena medida al impulso de las energías renovables llevado a cabo por la UE desde el inicio de la guerra en Ucrania, no tanto gracias a las restricciones hacia Rusia.

Un barco transportador de gas

El objetivo ahora es comprar más GNL estadounidense al tiempo que se siguen impulsando las renovables. En este sentido, la UE va a acelerar el despliegue de las energías solar y eólica felixibilizando las normas de concesión de permisos. Es decir, producir su propia energía para evitar tener que comprarla fuera, especialmente si se trata de Rusia.

La UE se ha comprometido a abandonar los combustibles fósiles rusos en 2027 pero, al menos de momento, lejos de aplicarse la medida, el consumo de gas ruso por parte de la Unión Europea se ha ido incrementando. Además, la UE está estudiando invertir en proyectos de GNL fuera de sus fronteras para rebajar los precios de la energía.

Argelia, líder en gas natural por delante de Rusia

En cuanto al gas natural, Argelia cerró 2024 como el principal suministrador de gas natural a España, con el 38,5% del total de las importaciones, por delante de Rusia, que mantuvo sus niveles de 2023. Argelia suministró a España el pasado año 131.202 gigavatios hora (GWh) y se consolidad como principal surtidor de gas natural a España.

El gas natural llegado de Rusia a España alcanzó en 2024 los 72.360 GW, el 21,3% del total, una cifra similar a la de 2023. Y es que el gas natural no ha está incluido entre los productos rusos vetados por la UE. La mayoría del gas natural que llega de Rusia a España procede de contratos a largo plazo con el consorcio Yamal LNG.

De Estados Unidos importó España en 2024 casi el 33% del gas natural, 56.435 GWh, lo que supone el 16,6% del total, lo cual convierte a EEUU en el tercer suministrador a España, que a finales de enero de ese año tenía sus almacenes de gas natural al 80% de su capacidad, un porcentaje mayor al habitual en los meses fríos y superior a la media europea.

Diferencias entre el gas natural y el licuado

El gas natural es el que más se utiliza en los hogares. Se trata de una mezcla de gases donde destaca el metano en mayor proporción, del 75% al 95% del volumen total de una mezcla que también incluye metano, propano, butano, nitrógeno, dióxido de carbono, sulfuro de hidrógeno, helio y argón. Se obtiene mediante una técnica denominada fracking.

El gas natural licuado, por su parte, está compuesto por una mezcla de gases, sobre todo butano y propano. Se obtienen a través del refinamiento del petróleo y procesos de separación del gas natural. Su gran ventaja es que es un combustible cuyo proceso de quemado es limpio y causa menos emisiones que cualquier otro combustible derivado del petróleo. Este gas tiene un poder calorífico 2,5 veces superior al del gas natural. Alcanza temperaturas mucho más altas en menor tiempo, por lo que consume menos gas, y proporciona un mayor volumen de energía por unidad.

Ambos gases presentan notables diferencias a la hora de almacenarlos y transportarlos, además de sus rendimiento, seguridad e impacto en el medio ambiente. El gas natural se transporta por ductos marinos o terrestres que van desde los yacimientos a los consumidores finales, mientras que el GNL puede presentarse como gaseosa a liquida, puede transportarse en vehículos especiales a tal efecto y se almacena en tanques.