Energía
Marle, la empresa extremeña que con la biomasa ha disparado un 400% su facturación
- La biomasa es el patito feo de las renovables pero tiene mucho potencial
- Es la energía más barata, evita los incendios forestales y crea empleo
- La facturación de esta empresa llega a los 15 millones de euros al año
Carmen Apolo
Badajoz,
Marle se dedica a la gestión forestal, nació en Gévora, una pedanía de la ciudad de Badajoz, hace 27 años y su plantilla no superaba las 5 personas y hoy trabajan más de 120, en las diferentes empresas bajo la gerencia de Ángel Martín López, en un sector que está viviendo un crecimiento exponencial en los últimos años. Su facturación llega a los 15 millones de euros al año.
"La biomasa es el patito feo" de las energías renovables, destacó al Economista su gerente, Ángel Martín López, pero es "un sector que tiene un gran potencial en Extremadura, ejemplo de la verdadera economía verde y circular", además de ser muy eficaz en la eliminación de residuos forestales no deseados y "que puede suponer un riesgo de incendio en los bosques porque supone una "gran carga de combustible para detonar los incendios forestales". Con la gestión y la biomasa, los bosques están más "cuidados y limpios", evitando así otros peligros como plagas.
En opinión de Ángel Martín López, la biomasa cumple dos funciones, evitar los incendios forestales, y además generar mano de obra en la producción de esta energía, tanto en la preparación de la madera, la clasificación y la trituración, "pocas energías renovables crean tanto empleo estable en el tiempo y puede ayudar a asentar la población al territorio".
Destacó que la biomasa "ha aportado mucho desde el punto de vista medioambiental, porque ahora, se aprovecha todo en los montes, no se dejan restos leñoso, haciendo de estos más productivos y sostenibles, porque anteriormente estaban muy abandonados, con el riesgo de incendio que conlleva".
Su empresa trabaja desde el origen, "adquiriendo masas forestales en pie tanto en montes públicos como privados, cortan la madera, la clasifican y según su diámetro tendrán distintos usos, las superiores a 16-18 cm se destinan a nuestros clientes que fabrican pallets y tablas, y las inferiores a 16 cm se destinan para las fábricas de tableros o para nuestra planta de clasificado de astilla donde entre otras cosas se destina a nuestros clientes para la fabricación de pellets". Sobre el aprovechamiento forestal destacó que en Marle todo es reutilizado, porque la madera de las copas de los árboles las utiliza para generar biomasa eléctrica para las plantas de cogeneración.
Martín López recuerda que cuando su empresa se fundó, sus únicos clientes eran principalmente los destinados al carbón; pero en 2008, a raíz de la crisis de la construcción, transformaron la empresa al sector de la biomasa forestal y hoy son un "referente en el sur peninsular". En la última década el crecimiento ha sido exponencial, de hecho, ha destacado al Economista que próximamente inaugurará una planta de reciclado de madera en Mérida, unas instalaciones de 50.000 metros cuadrados que serán destinadas a la industrial del tablero y al aglomerado.
Además de Extremadura, Marle opera en Castilla León, Madrid, Castilla La Mancha, Andalucía y Portugal y cuenta con el Certificado de Biomasa Sostenible, una certificación que les permite controlar toda la trazabilidad de la madera, desde el origen en el monte hasta su venta en astillado.
Precio de la biomasa
Bien es cierto que el año pasado el pellets se encareció como pocas veces ha sucedido, destacó. El año pasado el aumento de costes se trasladó a todos los sectores, pero ha destacado que la biomasa es "la energía que más puede garantizar los precios porque los contratos se pueden firmar a largo plazo", es una energía que no depende de terceros países, Extremadura y España tiene capacidad suficiente para asegurar su independencia en esta energía, algo que no ocurre ni con el petróleo ni con la electricidad.
Esta situación de precios altos se revertirá en esta temporada donde la biomasa está regulando su precio y producción ante la gran demanda de la anterior campaña.
En el sector destacó "se han incrementado mucho los salarios porque son profesionales muy cualificados, se nos han disparado los costes del transporte y de los vehículos y todo ha repercutido en el producto final".
Aun así destacó, "esta energía sigue siendo la más barata, por ello en los últimos años se han puesto un gran número de calderas y de ahí puede venir la subida, pero este año España se ha puesto las pilas y ha montado más plantas y la demanda va a estar cubierta".
Biomasa eléctrica
Marle suministra biomasa forestal y agrícola a las plantas de cogeneración para generar biomasa eléctrica, son plantas que generan vapor y producen energía. Sobre el crecimiento de este sector, Ángel Martín destacó que hay una nueva planta en construcción de 50mw en Extremadura y que también va a generar un aumento muy importante de puestos de trabajos en la región, otras ventajas que ofrecen estas plantas de cogeneración eléctrica es aprovechar la biomasa agrícola, conllevando a la eliminación de la quema de los restos agrícolas en el campo, evitando así también los peligros de incendios.
Además para elaborar este tipo de energía, además de la biomasa forestal, también se utiliza la que llega de la parte industrial y urbana, como toda la masa que se genera en los parques y jardines de las ciudades.
Biomasa térmica
En 2015, Marle construyó una planta de clasificado de astilla en Gevora (Badajoz) "más selectiva con la madera", sólo aprovecha los troncos, sin hojas ni ningún residuo, un proceso que lleva un secado, para astillar y clasificar la madera. Esta planta está destinada a la creación de biomasa térmica.
Para elaborar este producto se deben cumplir muchas exigencias, destaca Ángel Martín, como "la clasificación de la astilla por granometría, una exigencias de humedad por debajo del 25% y que la madera esté completamente inerte y limpia de residuos, áridos, etc".
Esta biomasa térmica tiene un uso directo en sus clientes, puesto que se utiliza para uso industrial, para calentar las piscinas climatizadas, las granjas de pollos, los secaderos de tabaco o las calderas de los edificios o industrias.
Futuro de la biomasa
Ángel Martín destaca que en la biomasa se ha avanzado mucho en los últimos años, "el crecimiento ha sido exponencial" no obstante asegura que "el crecimiento está por venir" cada año y cada campaña se presenta con una demanda importante en la producción de biomasa, una energía que ha conseguido ser la más barata, cuidar el medio ambiente y prevenir los incendios y asentar la población rural más desprotegida.
Ángel Martín destaca que frente a otras fuentes de energías renovables que generan mucho empleo en la fase de construcción, pero que el empleo es residual durante el mantenimiento, con esta energía el empleo y los puestos de trabajo son constantes a lo largo del tiempo, por ello considera que es una alternativa extraordinaria para lugares como Extremadura que a pesar de todo lo avanzado en los últimos años, aún tiene un largo camino por delante.