La dependencia de materiales procedentes de China afecta a la cadena de suministro de las renovables
Celia Moro Aguado
Madrid,
El sector de las energías renovables se encuentra en un momento de expansión por su importancia a la hora de luchar contra el cambio climático, lograr la descarbonización de la industria y reducir la dependencia eléctrica de otros territorios. Este último punto se ha revelado como especialmente importante tras la invasión a Ucrania por parte de Rusia y el aumento de los costes del gas natural, del que, este país, era el principal suministrador. Sin embargo, esta dependencia exterior sigue sucediendo en el sector de las renovables, que se ven afectadas por el "cuello de botella" que se ha creado al duplicarse el mercado, pero necesitar ciertos componentes (como es el caso de los semiconductores o de materiales minerales) que se crean principalmente en China. Esto, sumado a la falta de regulación y a la escasez de talento especializado y empresas instaladoras, está afectando a la cadena de suministro, ralentizando los procesos y aumentando los precios finales de cara al consumidor.
Estas fueron algunas de las conclusiones a las que llegaron los participantes de la tercera mesa de debate de la IV edición del Foro Renovables: 'La nueva ambición europea', un evento organizado por elEconomista.es con el patrocinio de Deloitte, Ecoener, Edp, Endesa, Engie, Edison Next, Frv, Greenalia, Iberdrola, Statkraft, Totalenergies, X-elio, Allen & Overy, CTG Europe, Axpo, Ingeteam, Magnon, Naturgy, Plenitude, Repsol, Shell y Cepsa.
Durante esta mesa redonda, que llevaba por título 'Mecanismos para el desarrollo de energías renovables: mercado, subastas y contratos', Jon Macías, Global Head of Commercial de Edison Next, detalló, acerca de esta cuestión, que "dependemos en casi un 83% de un país que está en Asia, por lo que cualquier sector que duplique el autoconsumo es lógico que tenga problemas de suministro". Además, añadió que "ahora mismo el cuello de botella es que se ha duplicado el mercado y nos estamos subastando al instalador".
Fernando Salinas Loring, managing director Iberia de Fotowatio Renewable Ventures (FRV) se mostró de acuerdo, afirmando que este problema de dependencia "no se puede resolver con una política europea que se publique hoy", ya que la "construcción de componentes no se hace de un día para otro". Por ello, en su opinión, "lo que tenemos no va a cambiar demasiado en los próximos dos2 años y tendremos que estar hábiles y seguros de que los megabytes que vamos a construir tengan acceso a los componentes".
Ignacio Soneira, CEO de Axpo Iberia, también compartía la misma visión, considerando las "consecuencias dramáticas de dependencia", de las que hemos sido testigo tras el estallido de la guerra, después de que el gas ruso supusiera el 35% del suministro. Por ello, afirmó que el sector está tratando de evitarla y de "capear el temporal". Sin embargo, reiteró que "volvemos a tener dependencia de otros países en componentes como minerales o materiales cuya producción está muy concentrada en China". Según el ponente, a pesar de que Estados Unidos y Europa "están aprendiendo", las soluciones "no se van a poner en práctica en un plazo muy corto". A pesar de ello, "hay que evitar que vuelva a suceder lo mismo que ha sucedido con el gas". De la misma forma, Soneira destacó la necesidad de aumentar competitividad respecto al resto de países. Para ello, pidió "contar con mecanismos de flexibilización de la demanda y con instalaciones de almacenamiento para no perder producción de energía renovable que no se pueda usar", además de poner el foco en la seguridad de suministro y en la necesidad de diversificar el mix energético. Por este motivo, nombró la producción de gases renovables y, concretamente, de biometano, un recurso que ya cuenta con consumidores y con un proyecto que ellos mismos tienen en marca.
"La biomasa y la captura del CO2 son fundamentales para la transición energética", coincidió Guillermo Negro, CEO de Magnon, quien además reiteró que tenemos que llevarnos una "lección aprendida" de la invasión a Ucrania, que es que "mantener nuestra propia energía verde es vital".
Por su parte, Arancha Martínez, country Manager de España X-Elio, recalcó que la falta de materiales supone un incremento del coste porque "cuanto más pagas, antes consigues esos componentes". El problema, de acuerdo con la experta, es que "hay muchos actores y algunos tienen capacidad financiera, pero otros no, lo cual ralentiza a todos los demás". A pesar de que se están mejorando los plazos, habiéndose pasado de los 18-24 meses del año pasado a los 10-12 meses para cada proyecto, "sigue subiendo la mano de obra, los expertos son los que son y se está creando especulación". Se trata de un problema que se agravará una vez se tengan que realizar las conexiones a las redes eléctricas: "Si nosotros, las empresas privadas, tenemos problemas con el talento, las empresas públicas tendrán aún más dificultades", afirmó.
En este punto, Javier Coloma, director de Solar, PV, BESS y H2 de Ingeteam, pidió, especialmente para pymes, "fomentar en los clientes la contratación a largo plazo, aunque sean consumidores pequeños", poniendo como ejemplo la baja tensión. "Son fundamentales más soluciones de compra para consumidores que no sean solo un año de su electricidad", aseveró.
Por último, Vanesa Cuellas, partner en Allen & Overy, incidió en la necesidad de adelantarse para no perder la oportunidad que tiene el tejido empresarial. "El inversor va por delante del regulador, pero vamos a necesitar algún tipo de ayudas directas o indirectas (vía fiscalidad). Mientras tomamos la decisión de invertir ya se está avanzando con los proyectos", declaró.
Falta de regulación y objetivos del PNIEC
Los ponentes en su mayoría coincidieron en la imposibilidad de alcanzar los objetivos que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) proyecta para el año 2025. Estos contemplan que, para lograr la reducción del 23% de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) respecto a 1990 que propone el plan, en este año debería existir en nuestro país una potencia total instalada en el sector eléctrico de 133 GW de los que, entre otros, 40 GW serían energía eólica, 21 GW solar fotovoltaica, 14 GW hidráulica y 4 GW solar termoeléctrica. Asimismo, en el año 2030, esta cifra debería ascender a 157 GW, con 50 GW de energía eólica, 37 GW de solar fotovoltaica, 16 GW de hidráulica y 7 GW de solar termoeléctrica.