Los ministros de Energía de la UE se dan cita en un encuentro de altas expectativas e intenciones diluidas
- Los titulares de Energía debatirán las propuestas de la Comisión Europea
- Francia y otros países reclaman un tope a las importaciones de gas
Lidia Montes
Luxemburgo,
Con el tirón de una reciente Cumbre de líderes marcada por un veinticinco contra dos en las que Alemania y Países Bajos se presentaron como los principales opositores a un límite general de precios a las importaciones de gas, los ministros de Energía de la Unión Europea se reúnen en Luxemburgo para avanzar en sistemas que permitan atajar los altos precios de la energía. En la mano, un acuerdo de mínimos entre los jefes de Estado y de Gobierno la pasada semana y en perspectiva un diálogo sobre el que hay puestas muchas esperanzas pero del que parece que solo fructificará el mecanismo solidaridad entre Estados miembro.
Es la perspectiva que ha apuntado su entrada al Consejo de ministros de Energía en Luxemburgo, la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, al reconocerse "más optimista" sobre el progreso de este instrumento para garantizar la puesta en marcha de mecanismos de solidaridad en caso de que un país sufra cortes de suministro de gas.
El de este martes será un debate "intenso", según ha indicado Ribera, que aún no está muy maduro y al que los técnicos darán las siguientes puntadas. Lo que se traduce en un debate de orientación entre los titulares de Energía sobre las propuestas que la Comisión Europea puso sobre la mesa la semana pasada. Del encuentro se espera un texto que pasará a ser debatido a nivel de embajadores y aprobado por procedimiento escrito. Pero lo que no está claro es que el resultado vaya a cumplir con todas las expectativas planteadas para este encuentro. Tanto es así que sobrevuelan ideas de convocar nuevas citas próximamente para avanzar en las negociaciones.
Porque el encuentro entre los titulares de Energía gira en torno a unas propuestas de la Comisión Europea que tienen el foco en que Alemania salga sin rasguños del invierno, pero que no llega a satisfacer al conjunto de Estados miembros, en parte por no abordar las consecuencias de ciertas medidas atendiendo a las particularidades del mix energético de cada uno de los países.
Sobre la mesa el último paquete de propuestas presentado por el Ejecutivo comunitario la pasada semana y que plantea impulsar la plataforma de compras conjuntas de gas, fijar un 15% de compras centralizadas para el almacenamiento de gas en el bloque, un corredor temporal de precios en el índice de referencia del mercado del gas europeo, el TTF (Title Transfer Facility) holandés y un índice alternativo para el gas natural licuado que esté operativo en abril.
"La aproximación de como funcionaría el corredor de precios de gas es todavía muy ligera", ha opinado Ribera sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo sobre este punto, por lo que ha instado a reforzar esta medida.
En los márgenes, las voces de los Estados miembros que piden a Bruselas que establezca un límite a todas las importaciones del precio del gas. Ya dejando atrás ese paper presentado por 15 Estados miembros, se alzan las voces de quienes, como Francia, reclaman que se establezca un precio máximo al que el bloque está dispuestas a adquirir el gas. De frente posiciones, como la alemana, que esgrimen argumentos en contra auspiciados por el miedo de que un umbral de precios dificulte la adquisición de gas. Todo como parte de una reflexión para que esta señal de precios no deje al mercado europeo en una situación poco competitiva y se sitúe cerca de los precios de los mercados internacionales.
Y como mediador, una Comisión Europea experta en plantear propuestas a largo plazo que hace malabarismos entre la celeridad de la situación y la lenta capacidad de respuesta del entramado de toma de decisiones de la UE. Esquiva a la hora de apostar por soluciones intervencionistas, Bruselas se muestra con timidez a la hora de tocar las reglas de funcionamiento de un mercado eléctrico tan complejo y tan dispar como los veintisiete Estados miembros que lo componen.
De fondo, otros debates enmarañados como desacoplar el precio del gas en el sistema de formación de precios de la electricidad con una fórmula similar al 'mecanismo ibérico', la reforma del mercado eléctrico a nivel comunitario, un debate de orientación sobre el gas y el hidrógeno y, concretamente, la regulación de este último para dar las señales adecuadas a los inversores así como otras cuestiones relacionadas con la eficiencia energética y el consumo.
Al final, las sensaciones sobre el encuentro las definía la vicepresidenta tercera al señalar que la situación es que "no avanzamos todo lo rápido que queremos" aunque que sí "con tenacidad para dar pasos importantes en política energética en la UE", matizó tras el Consejo de ministros de Medio Ambiente del bloque comunitario que tuvo lugar el lunes.