¿Vive usted en un 'desierto de alimentos'?
Más de 10 millones de estadounidenses viven en áreas denominadas 'desiertos de alimentos', es decir, lugares donde es difícil para las personas acceder a comida sana y, por lo general, fresca. El fenómeno tiene mucho que ver con la forma en cómo han crecido y se han desarrollado las ciudades, con la proliferación de negocios de comida rápida y, sobre todo, está estrechamente relacionado con la desigualdad social y económica. Las consecuencias para la salud de estos 'desiertos' son graves. En España también los hay, si bien es un fenómeno silencioso, que poco se estudia y del que menos aún se habla.
Si usted no puede conseguir alimentos frescos a menos de 1,6 kilómetros de distancia sepa que vive, posiblemente sin ser consciente de ello, en un 'desierto de alimentos'. Si por el contrario tiene una tienda de alimentos orgánicos justo debajo de su casa pero resulta demasiado cara para su bolsillo, también vive en un 'desierto de alimentos', lo mismo que si habita en una zona rural donde hay un supermercado a menos de 10,6 kilómetros, pero usted no cuenta con coche o transporte público para realizar su compra en él.
En Estados Unidos es donde más se ha estudiado y reconocido esta realidad -food deserts-, que el USDA (United States Department of Agriculture) dice que afecta a "vecindarios urbanos y ciudades rurales sin acceso rápido a comida fresca, saludable y a precios asequibles" que, en el mejor de los casos, sí tienen a mano restaurantes de comida rápida y pequeñas tiendas en las que los productos saludables no son los que priman.
Según el mismo USDA, estas situaciones aumentan las posibilidades de la población de sufrir obesidad y otras enfermedades como diabetes disfunciones cardiacas. En definitiva, problemas de salud derivados de una inadecuada dieta a los que la población con menos recursos económicos está claramente más expuesta.
En España sobre estos 'desiertos de alimentos' se ha escrito y estudiado poco y en el imaginario popular se asocian principalmente a la vida en el mundo rural. Sin embargo, se dan claramente también en entornos urbanos de grandes ciudades, tanto en barrios marginales como en los centros históricos donde se han ido perdiendo comercios tradicionales de alimentación y las grandes cadenas comerciales han ido colonizando espacios e imponiendo sus reglas y pautas de consumo.
El crecimiento urbanístico expansivo -y a lo largo- de las ciudades importantes, de tintes gigantescos principalmente durante la época dorada del 'ladrillo', ha creado también enormes zonas de viviendas en nuevos barrios sin apenas servicios y cuyo desarrollo se ha visto frenado con el estallido de la burbuja inmobiliaria. Así pues, marginación, gentrificación y crecimiento desmedido son caras distintas de una misma moneda.