Empresas y finanzas
Europa calienta el sector ferroviario con compras por más de 18.000 millones
- En España hay licitaciones abiertas para comprar trenes por 6.700 millones
África Semprún
Alstom y CAF han cerrado el primer trimestre del año con carteras de pedidos récord de 12.107 y 7.869 millones de euros respectivamente. La francesa recibió el año pasado un pedido en firme de SNCF de 100 trenes de alta velocidad de nueva generación por unos 2.700 millones de euros mientras que el fabricante español ha ganado contratos en los últimos meses en Holanda, Francia, España, Australia y Arabia Saudí.
La oleada de compras que ha llevado a estos fabricantes a niveles nunca vistos continuará en los próximos años puesto que en Europa se están licitando concursos de material rodante y mantenimiento por más de 18.000 millones y el sector espera que siga creciendo tras años con un perfil bajo. No en vano, según Unife, asociación de compañías de suministro ferroviario de Europa, el mercado mundial alcanzará los 197.000 millones de euros en el trienio 2021-2023, lo que supone un alza del 17% con respecto al trienio pasado 2015-2017.
El 34% de ese mercado se concentrará en Europa, donde España, Portugal, Polonia y Reino Unido han reactivado la compra de trenes. Así, Stadler Valencia asegura que está ya trabajando para presentar ofertas a 45 concursos valorados en 9.500 millones de euros, casi todo en Europa. En esta línea, Talgo ha reconocido que está estudiando oportunidades para los próximos 24 meses por un valor de 7.400 millones de euros. La mayor parte de las ofertas están en el sector de las Cercanías en Europa y en el norte de África, donde ya ha ganado un contrato en Egipto.
Estas cifras no incluyen las últimas licitaciones presentadas por Renfe, que prevé comprar locomotoras y trenes (media distancia y Cercanías, sobre todo) por 5.438 millones de euros, incluido el mantenimiento. Es la primera vez desde principios del siglo XXI que compra material que no sea de alta velocidad. Por su parte, Adif ha licitado la adquisición de locomotoras por 167 millones y de un tren auscultador por 47,6 millones. A nivel regional, el metro de Barcelona busca adquirir material rodante por 447,2 millones de euros mientras que Madrid trabaja para lanzar una licitación con la que comprar 60 nuevos trenes por 700 millones.
En esta línea y tras más de diez años sin comprar material rodante (canceló en 2008 un concurso previsto por la crisis), el gobierno luso ha autorizado a Comboios de Portugal la compra de 22 trenes por 168,2 millones. En esta línea, el metro de Lisboa anunció a finales de año la compra de 14 convoyes y la instalación de CBTC por 127 millones y el de Oporto busca adquirir 18.
Otro de los grandes contratos de los que está pendiente el sector ferroviario es de la compra de trenes de alta velocidad por parte de Reino Unido en el marco del desarrollo del HS2 (línea Londres-Birmingham). El ejecutivo británico lanzó un concurso para hacerse con 54 convoyes por 2.750 millones de libras (3.187 millones de euros). Talgo y CAF han presentado ofertas.
Dentro de estos más 18.000 millones se encuentran el megacontrato que Talgo firmó en febrero de 2019 con la alemana Deutsche Bahn para proveerle de hasta 100 por más de 2.300 millones. De momento se ha cerrado un primer pedido de 23 unidades por 550 millones.
La página web del Banco Europea de Inversiones (BEI) es también un reflejo de la reactivación de los planes de compra de los operadores ferroviarios que enfrentan el reto de renovar su material rodante, hacerlo más eficiente (deben eliminar el uso del diésel) y aumentar su oferta para mejorar la movilidad en las ciudades que cada vez con más grandes. Así, la empresa de transporte público de Rhine-Ruhr (VRR) solicitó el pasado mes de abril al BEI un crédito para comprar 60 trenes de pasajeros con un presupuesto de unos 400 millones de euros. También en Alemania, la región de Schleswig-Holstein tiene un proyecto para adquirir 70 nuevos trenes de pasajeros y la tecnología o equipamiento necesario para reemplazar el material rodante con tracción diésel a una eléctrica. El proyecto tiene un presupuesto de 370 millones de euros (sin mantenimiento) y el BEI aceptó el pasado mes de febrero concederle un préstamo de 185 millones.
En Polonia, el PKP Intercity (ferrocarriles nacionales polacos) quiere comprar locomotoras y coches con tracción eléctrica e híbrida para "modernizar su material rodante, promover el uso del tren y reducir el del coche". El proyecto presentando al banco estaría valorado en 512 millones de euros. El Eslovaquia trabajan para adquirir 25 unidades eléctricas y 21 diésel con el objetivo de renovar la flota y eliminar emisiones en un proyecto valorado en unos 319 millones. La República Checa quiere comprar 37 trenes (train set) por algo más de 266 millones para mejorar el servicio en el Sur de Moravia. Por último, en Rotterdam (Holanda) buscan adquirir trenes Tram y autobuses eléctricos e híbridos para reducir las emisiones y renovar su flota.