Empresas y finanzas
Las tasadoras advierte de que los altos precios del alquiler están expulsando a la demanda
Alba Brualla
La Asociación Española de Análisis de Valor (AEV), que agrupa a las principales tasadoras del país, advierte de que la tensión en los precios del alquiler está expulsando a parte de la demanda de este mercado. Esta es una de las principales conclusiones de la décima edición del Observatorio de la Valoración, que pone el foco en los problemas de accesibilidad a la vivienda que se dan en España tras la crisis económica.
"Los precios del alquiler en las grandes ciudades han crecido alrededor de un 20 por ciento en los últimos tres años y esto ha llevado a que muchos inquilinos estén en su límite de pago", explica Paloma Taltavull, responsable del departamento de Economía aplicada de la Universidad de Valencia y autora del informe, Paloma Taltavull.
Esta situación, que se suma al "menor crecimiento económico del último año y el trasvase de parte de los inquilinos al mercado de la propiedad son, según el 90% de los expertos consultados, los principales factores de una caída de la demanda del alquiler durante 2018", apunta Taltavull.
Según la experta, la rápida escalada de los precios ha venido empujada por una demanda creciente de alquiler en los últimos años debido a la incapacidad de la población de acceder a la compra de una vivienda. "Tras la crisis, el sector de la construcción se redujo de forma drástica. Desapareció. En algunas regiones se llegaron a quedar activas menos del 10 por ciento de las promotoras", apunta la experta. Ese parón en la actividad "generó un periodo de extrema escasez en la oferta, lo que enfocó la demanda hacia el alquiler". A esto se sumo "una falta de financiación para la compra y también la falta de incentivos".
En este sentido, Paloma Arnaiz, Secretaria General de la AEV, apunta que "pese a haber experimentado a lo largo de los últimos 4 años signos evidentes de recuperación, el mercado inmobiliario sigue lastrado por un comportamiento ineficiente de la oferta de obra nueva". Así, señala que "la producción mensual, de unas 6.500 unidades, representa solo una décima parte de los volúmenes de 2007 y continúa siendo escasa en las localizaciones de mayor demanda. Además existe una importante incapacidad de la demanda de acceder a la propiedad"
"Las principales causas son el estancamiento de los salarios y la debilidad en la creación de empleo, lo que repercute también en la demanda de alquiler, que hemos visto ralentizarse en el último año en las grandes ciudades, tras alcanzar los precios el límite de la capacidad de pago de los inquilinos", concreta Arnaiz.
"Los grandes incrementos de precios en la vivienda se han dado principalmente en ciudades como Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca o Canarias y ahora empiezan a verse también en Valencia", explica Taltavull, que apunta que se debe a que son urbes que atraen una mayor población al concentrar una mayor creación de empleo.
Por su parte, Germán Pérez Barrio, presidente de la AEV apunta hacia los salarios bajos como el principal problema de los jóvenes para acceder a la compra de una vivienda. "Las cuotas hipotecarias son ya más bajas que las rentas de los alquileres en muchos casos, por lo que el límite para que los jóvenes compren está en su incapacidad de ahorro, lo que a su vez les impide pagar la entrada del piso, que ronda entre el 20% y 30% del valor de la vivienda", explica Pérez, que cree que esta situación es el principal motivo por el que los jóvenes siguen apostando por el alquiler. "No creo que la apuesta por el alquiler venga de un cambio cultural. Si los hubiera capacidad de compra, los jóvenes estarían comprando".
Subida de precios
El modelo de predicción de la AEV apunta a que los precios de la vivienda crecerán alrededor de un 4% de media hasta 2020. "A partir de este año esperamos que suban a un ritmo mayor", apunta Taltavull.
La experta explica que las estimaciones están basadas en todas las variables que influyen en la demanda a medio y largo plazo. Así concreta que "la movilidad de la población va a crecer lo que conlleva una mayor demanda de vivienda. Asimismo, los salarios reales están empezando a aumentar y por tanto habrá una mayor capacidad de pago. Las hipotecas también están creciendo, a un ritmo del 20 %. Todo esto generará una mayor presión sobre los precios, con una oferta estancada".
Si bien, Taltavull explica que las previsiones se revisan cada seis meses, ya que si uno de estos factores cambia el resultado final puede ser totalmente distinto.