Empresas y finanzas

El Plan de Clima y Energía castiga sin motivo a la cogeneración

  • Reduce a la mitad su producción eléctrica para 2030

Tomás Díaz

Sorprendidos y descontentos están en el sector de la cogeneración con el tratamiento que le ha otorgado el Gobierno en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. 

Contra todo pronóstico, la cartera dirigida por Teresa Ribera plantea reducir su peso en el mix eléctrico desde los 5.700 MW actuales hasta los 3.700 MW en 2030, lo que supone recortar a la mitad su generación, desde el 10,5% del total hasta el 5,2%. En palabras del presidente de Acogen, Antonio Pérez Palacio "no sólo supone un varapalo al potencial crecimiento de la cogeneración, sino que contempla eliminar una de cada tres plantas".

Y sorprende porque el Gobierno ha apoyado a la cogeneración, otorgando una prórroga de dos ejercicios a las ayudas que perciben las instalaciones más antiguas en tanto se diseña un Plan Renove pendiente desde hace seis años -ahora se denomina Icae, acrónimo de Plan de Inversión en Cogeneración de Alta Eficiencia- y porque hay consenso en todo el arco político en que la cogeneración es una herramienta básica para conseguir procesos industriales eficientes.

Además, durante la anterior legislatura, el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (Idae), en cumplimento de las normativas europeas, había identificado un potencial de crecimiento coste-eficiente de la tecnología de 3.650 MW.

Con esas señales objetivas, la industria confiaba en que se mantuviese su peso en el mix eléctrico, aspirando a crecer menos de la mitad de lo que planteaba el Idae -unos 1.500 MW-, si bien era consciente de que la gran mayoría consume gas -una cuarta parte de la demanda nacional- y de que el objetivo del proceso de descarbonización, a mediados de siglo, implica prescindir casi totalmente de los combustibles fósiles.

Ahora bien, resulta que el Plan del Gobierno tampoco admite que crezca la cogeneración que consume energía renovable ni, dicho sea de paso, la que valoriza residuos.

E irónicamente, resulta que el propio Plan plantea un descenso de la demanda energética nacional de casi el 40% y fía a la industria el 28% de esa reducción, algo extraordinariamente difícil de conseguir si no se potencia la cogeneración de alta eficiencia.