Repsol aumenta su presencia en el mar del Norte
- Encuentra gas y petróleo con su socio Equinor
- Encara la reactivación de un gran pozo con una inversión de 800 millones
- Compra participaciones selectivas en los últimos meses
Tomás Díaz
Repsol está aumentando su presencia en los yacimientos del mar del Norte, que, en contra de lo que se divulgó hace unos meses, son activos que no están a la venta. Ayer mismo se anotó un tanto al descubrir hidrocarburos en aguas noruegas, compra selectivamente y tiene previsto poner en producción otro campo marino en este mismo país.
Repsol opera en el mar del Norte mediante la sociedad Repsol Sinopec Resources UK Limited (RSRUK) una joint venture con la estatal china Sinopec, que adquirió al comprar Talisman en 2015. La española cuenta con el 51 por ciento de RSRUK, que tiene intereses en 52 yacimientos, de los que opera 41, así como 12 instalaciones marinas y dos terminales terrestres; cuando incorporó la sociedad se anotó pérdidas de 1.227 millones de euros porque los campos estaban maduros, con costes de extracción elevados y la producción en declive.
Un año después, Sinopec presentó un arbitraje en Singapur contra Repsol porque consideraba que los 1.500 millones de dólares que había invertido al comprar su participación en RSRUK en 2012 eran una cantidad excesiva y le exigía una indemnización de 5.500 millones de dólares, considerando inversiones "por realizar" y "pérdidas de oportunidad que pudieran haberse producido".
Desde el principio, la empresa presidida por Antonio Brufau consideró que la reclamación de su socio carecía de sentido. Y esa misma opinión ha mantenido en las vistas orales del proceso que se han celebrado este año -centradas en dilucidar las responsabilidades-, entre el 29 de enero y el 22 de febrero, y entre el 18 y 29 de junio, la última limitada al interrogatorio de los expertos de cada parte.
Rumores de venta
Sin embargo, estas desavenencias, junto con las ventas de la compañía para reducir su endeudamiento, dieron alas a las especulaciones, y en marzo Reuters informaba de que la petrolera había pedido a Bank of America-Merrill Lynch que hiciera una valoración de su cartera en el mar del Norte para venderla. Ni la entidad bancaria ni la petrolera hicieron comentarios.
Hoy la situación de los pozos del mar del Norte ha cambiado mucho -han recibido más de 1.000 millones de euros de inversión- y en 2017 dieron flujo de caja positivo. El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha puesto como ejemplo de la transformación experimentada que el coste del extracción ha bajado un 63% y la producción ha subido un 60%.
De hecho, la compañía se está reforzando allí, sobre todo en Noruega, donde tiene derechos sobre 27 bloques, 18 de exploración y nueve de producción y desarrollo. Extrae 28.000 barriles al día, con unas reservas de 53 millones de barriles.
Su principal proyecto es el yacimiento de Yme, descubierto en 1987 y parado desde 2001, que Noruega quiere reactivar gracias a una inversión de 800 millones de euros hasta 2023. Sus reservas se calculan en 65 millones de barriles durante 10 años. Repsol es su operador, con el 55%, y espera que produzca en el primer semestre de 2020; el Gobierno acaba de autorizarle el uso allí de la plataforma petrolífera Rowan Stavanger.
Compra constante de activos
En febrero le compró a Total el 7,7% del campo Visund -con el que ha subido el 40% la producción en el país-, en la última de una serie de adquisiciones selectivas en yacimientos como Gyda, Rev o Varg, con participaciones del 31% al 100%.
Y ayer mismo las autoridades noruegas informaron de que ha descubierto petróleo y gas en el campo de Gudrum -operado por Equinor- en el que tiene un 15%. Las estimaciones apuntan a que alberga de 1,1 a 2 millones de metros cúbicos de hidrocarburos.
Repsol ha provisionado 584 millones de euros por el 51% de las garantías para el desmantelamiento de los activos de RSRUK en el mar del Norte y no tiene intención de desprenderse de ellos.