Empresas y finanzas

Fabricantes españoles juguetes empiezan a ver China como mercado



    José Alvarez Díaz

    Shanghai (China), 27 oct (EFECOM).- Los fabricantes españoles de juguetes, cuyo sector se vio transformado años atrás por la llegada masiva de productos baratos de países como China, empiezan a ver en ese país no sólo a un competidor en casa, sino también a un mercado maduro para venderle sus juguetes, más caros y de mayor calidad.

    Así lo demuestra la participación de nueve empresas españolas, vinculadas a la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), en la feria Shanghai Toy Expo que se acaba de celebrar en el corazón económico del gigante asiático.

    "Hace tiempo que estamos pensando que China es un mercado con suficiente potencial para empezar a exportar", declaró Víctor López, responsable del departamento internacional de la AEFJ.

    Movidas por esa convicción, acudieron a la muestra firmas como Game-Móvil, Gonher, Guiloy, Miniland, Injusa, Línea 4, I&C Promotions, Toyse y Fábrica de Juguetes (Chicos).

    Con el desarrollo de una clase media en las ciudades más ricas del país, "el consumidor chino tiene mucha gama para elegir, pero compra el juguete europeo o americano, porque tiene mucha más calidad, más innovación y más diseño", aseguró José Vicente Juan, director comercial de Game-Móvil.

    Este empresario, que produce garajes, carritos y casas de muñecas, explicó que aunque China siga inundando los mercados europeos de juguetes baratos, el consumidor chino cada vez se parece más al del resto del mundo, aunque "en China hoy en día se encuentran ya juguetes de cualquier calidad".

    "Ya no es como antes cuando se decía: juguete chino, juguete malo. Ahora se hace de todo y hay juguete chino de mucha calidad también", aunque con un precio mayor, añadió, por lo que el gigante asiático va camino de consolidarse como un competidor mundial más, como puede ser Estados Unidos.

    Vicente Anguiz, consejero delegado de Gonher, una pyme que fabrica pistolas de juguete, mira el mercado chino con un poco más de prudencia.

    "Buscar un mercado para nuestros productos aquí es difícil: nuestra calidad es muy alta y nuestros precios también lo son en comparación con los de este mercado", sostiene, aunque le parece necesario ir a tantearlo.

    "Es muy difícil si no eres una gran multinacional. Las pequeñas empresas no tenemos todavía las infraestructuras ni la red de ventas necesarias, y así es muy difícil penetrar", añadió.

    "Es cierto que aquí valoran mucho la calidad europea, son muy marquistas, pero por lo que he podido averiguar, es un mercado bastante impermeable al pequeño fabricante", dijo.

    En el mercado internacional, además, China progresa con rapidez y "lo único que nos diferencia de ellos, aparte del diseño, es que tenemos más posibilidades de conseguir licencias" para exportar a los mercados más exigentes, como la UE y EEUU, aunque con precios entre tres y cuatro veces mayores, recordó Anguiz.

    La balanza comercial bilateral muestra que España ya importa más juguetes de China de los que les vende, aunque "cada vez hay más empresas españolas que están deslocalizando producción en China, lo cual es una cifra de venta del juguete español que no controlamos en las estadísticas, pero existe en la realidad", señaló López.

    Incluso algunas firmas españolas, que conocen quiénes son sus rivales en China y saben que están copiando sus productos, están empezando a cambiar de estrategia y a proponerles directamente que sean sus distribuidores en el país, añadió.

    Con todo, la principal preocupación de los jugueteros españoles relacionada con este país está en la avalancha de juguetes que no cumplen las normas de calidad y seguridad necesarias, pero que entran en estos mercados.

    El 75 por ciento de las exportaciones de juguetes del planeta proviene de la provincia sureña china de Cantón, y la UE es su segundo mayor comprador, aunque dentro de las "importaciones problemáticas" comunitarias, uno de cada cuatro casos es de juguetes, y un 85 por ciento de esos juguetes proceden de China.

    La AEFJ ha denunciado en ocasiones anteriores que las aduanas europeas son "auténticos coladeros", en palabras de su presidente, Salvador Miró, ya que los puertos compiten entre ellos por atraer el volumen de contenedores que llega desde China, y pocos se arriesgan a un control exhaustivo que los desviaría hacia otros puertos.

    Por su parte, el gobierno chino endurecerá sus propias normativas de calidad y seguridad a partir de junio de 2007, cuando impondrá la llamada Certificación Obligatoria de China (CCC, en inglés), con exigencias equiparables a las de las normativas europeas.

    El objetivo es eliminar a las empresas que no reúnan estos requisitos para "profesionalizar el sector", según explicó López.

    Sin embargo, hasta que no se dé su homologación con las normas comunitarias, las propias firmas europeas verán retrasadas sus ventas a China, ya que también tendrán que someterse a ellas, lo que la AEFJ considera una "barrera no arancelaria a la exportación". EFECOM

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