La mexicana Bimbo rescata su filial española tras perder 180 millones
- Hace 16 ampliaciones de capital en los dos últimos años por 82,7 millones
- La firma ha iniciado un plan de ajuste para 800 repartidores
Javier Romera
El gigante alimentario mexicano Bimbo se ha atragantado con el mercado español. Bakery Iberian Investments, la matriz de las sociedades del grupo en nuestro país, acumula en los dos últimos ejercicios unos números rojos de casi 180 millones de euros. De acuerdo con las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil, la compañía registró en el ejercicio cerrado a 31 de diciembre de 2016 unas pérdidas después de impuestos de 79,47 millones de euros, que se suman a los 98,51 millones que había perdido ya un año antes.
La compra de Panrico hace dos años, los elevados costes de reparto de productos con una caducidad muy baja, la batalla abierta contra la bollería industrial y el avance en los últimos años de la marca blanca, han pasado factura a la compañía.
Bakery Iberian Investments tenía su sede en Barcelona hasta el pasado mes de octubre, cuando a raíz de la tensión independentista y la celebración del referéndum ilegal decidió su traslado a Madrid, algo que se materializó en diciembre, según consta en el Registro Mercantil. La sociedad, que tras años de pérdidas había conseguido entrar en 2014 en beneficios con una ganancia neta de 18,3 millones, fue la encargada además hace dos años de integrar Panrico tras su compra al fondo Oaktree por 190 millones de euros. Fue una operación por la que se quedó también marcas como Donuts y Bollycao, pero que supuso tener que hacer frente a un negocio que estaba sufriendo desde hace años un fuerte deterioro.
Pero es que al margen de las dificultades y los resultados negativos en España, la empresa está sufriendo también los números rojos de algunas de sus participadas. Y es que Bimbo controla desde su filial española sociedades en Latinoamérica -en países como Argentina, Perú, Ecuador, Venezuela- o China.
Apoyo financiero
Aunque Bakery Iberian Investments tiene un patrimonio neto positivo, su matriz mexicana ha acometido desde 2016 un total de 15 ampliaciones de capital para inyectarle dinero por un importe total de 82,7 millones. De acuerdo con los datos que figuran en el Registro Mercantil, tan sólo en lo que llevamos del mes de enero, la compañía ha llevao ya a cabo cinco ampliaciones distintas.
Y es que, según advertía ya Deloitte en el informe anual de auditoría correspondiente a 2016, "los administradores han formulado las presentes cuentas anuales bajo el principio de empresa en funcionamiento basándose, entre otros, en el apoyo patrimonial y financiero recibido por parte de sus socios y en el expreso apoyo patrimonial, financiero y comercial que el accionista último del grupo al que pertenece la sociedad ha manifestado".
A 31 diciembre de 2016, la sociedad está controlada por el Grupo Bimbo de C.V., la sociedad matriz mexicana, que ostenta un 62,02% de las participaciones sociales. El 37,98% restante lo controla, sin embargo, Bimbo Holanda B.V., lo que permite al grupo ahorrar impuestos gracias a la baja tributación que ofrece este país.
Dentro del grupo Bakery Iberian Investments, Bimbo España registró en 2016 unas ventas de 264,9 millones de euros, lo que representa apenas un 1,7% menos que un año antes. Tan solo esta sociedad lleva pérdidas acumuldas entre 2014 y 2016 por importe de 67,2 millones, lo que ha obligado al grupo a realizar también inyecciones de capital. La última ampliación, de hecho, se publicó en el Boletín del Registro Mercantil el pasado martes por 22,9 millones de euros.
El grupo Bimbo ha puesto en marcha en los últimos meses medidas para tratar de ahorrar costes y frenar sus pérdida en España, aunque eso le ha costado un enfrentamiento con los sindicatos. A finales del pasado mes de diciembre, CCOO y UPTA (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos) denunciaron así en un comunicado, que la compañía "amenaza" a 800 personas que trabajan para la firma como transportistas autónomos con dejarles sin empleo si no aceptan un empeoramiento de sus condiciones laborales.
Conflicto laboral
Las dos organizaciones sindicales anunciaron ya entonces su intención de denunciar a la marca ante la Inspección de Trabajo por "prácticas antisindicales" y por "intimidar" a estos trabajadores autónomos económicamente dependientes, lo que se conoce como Trade.
CCOO sitúa el conflicto en el proceso de integración en el que está inmersa Bimbo desde que compró Panrico en 2016. De hecho, la multinacional mexicana ha alcanzado recientemente un acuerdo con los representantes de los trabajadores autónomos de Donuts y su intención ahora era extenderlo a los de Bimbo, según el sindicato, que considera que las condiciones ofrecidas implican rebajas salariales y elevan en la práctica la jornada hasta las 60 horas semanales.
Desde Bimbo han descartado hasta ahora hacer ningún tipo de comentario mientras dure la negociación, aunque la compañía sí que ha insistido en las últimas semanas en que espera llegar a un punto de acuerdo con los sindicatos lo antes posible. De momento, la batalla sigue abierta y Bimbo trata de recortar costes para poder volver a tener otra vez beneficios.