Empresas y finanzas
Agencias desarrollo mejorarán calidad de ayuda a microfinanzas
París, 19 oct (EFECOM).- Las grandes agencias de cooperación al desarrollo anunciaron hoy un acuerdo para "mejorar la calidad de la ayuda" destinada a la microfinanciación, sin necesidad de aumentar sus fondos, que en ocasiones se emplean de forma poco eficiente.
El Grupo Consultivo para la Ayuda a los Pobres (CGAP según sus siglas en inglés), que agrupa a una treintena de agencias nacionales y organismos multilaterales de desarrollo, se reúne hoy y mañana en la Casa de América Latina de París, con la participación del presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz.
La conferencia tiene lugar una semana después de que el creador del sistema de microcréditos, el bangladeshí Mohamed Yunus, fuera distinguido con el premio Nobel de la Paz.
"El acceso a la financiación es uno de los principales obstáculos en Africa", apuntó Wolfowitz, quien se ha reunido en París con el ministro francés de Exteriores, Philippe Douste-Blazy, la responsable de Cooperación, Brigitte Girardin, representantes de la patronal y miembros de ONGs que operan sobre el terreno.
El acuerdo que se firmará mañana establece un "código de buenas prácticas" y un "índice claro y transparente" que permita comparar la calidad de la ayuda de microfinanzas entre los organismos que integran el CGAP, explicó en rueda de prensa su directora, Elizabeth Littlefield.
"Se destina mucho dinero a un sistema que necesita más apoyo técnico que económico", agregó Littlefield, quien culpó a los donantes de "la mitad de esta ineficacia".
Estos fondos "pueden ser muy ineficaces e incluso redundantes o destructores del mercado. Deben funcionar de manera comercial para tener un impacto y eficacia", añadió la directora del CGAP.
Este organismo está integrado por, entre otros, la Agencia Española de Cooperación Internacional, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial, la Comisión Europea y la agencia estadounidense USAID.
Por su parte, el director del banco mexicano Compartamos, Carlos Labarthe, explicó la experiencia de su entidad, que comenzó como ONG en 1990 y actualmente tiene casi 500.000 clientes, un 95 por ciento de ellos mujeres, y una línea de crédito de 200 millones de dólares.
La banca de microfinanzas "debe facturar a sus clientes el coste real" del servicio porque "los pobres tienen un problema de acceso a la financiación, no de coste", estimó Labarthe.
"Lo bonito de las microfinanzas", continuó, "es que se convierten en rentables y se deja de necesitar dinero de los donantes", quienes "deben saber retirarse en un determinado momento" del proyecto.
A juicio de Labarthe, en México "falta coordinación" entre los niveles de decisión municipal, estatal y federal en este ámbito. EFECOM
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