Empresas y finanzas

Fomento zanja el conflicto de los vigilantes en aeropuertos

  • Pacta alzas salariales generalizadas en toda la red
  • Aena relicitará los contratos de los filtros de seguridad en breve

elEconomista.es

El Gobierno pacta alzas salariales generalizadas en la red de aeropuertos de Aena para zanjar el conflicto de los vigilantes de los filtros de seguridad. Tras varios meses de reuniones, el grupo de trabajo formado por Empleo, Interior, Fomento, sindicatos y empresas ha llegado a un acuerdo. La mesa de negociación se convocó en septiembre, con el objetivo de replantear las condiciones laborales y salariales del sector de la Seguridad Privada y frenar una oleada de huelgas, que buscaba seguir los pasos de Eulen en El Prat.

Las partes firmaron ayer un pacto que, entre otras cosas, incluye nuevos pluses salariales para los vigilantes aeroportuarios y da más peso a la calidad en los concursos públicos (51 puntos) que a la oferta económica. Concretamente, se incluye un plus vinculado al desarrollo de su actividad, un plus para los operadores de rayos X en filtros y un plus de rotación.

UGT ha resaltado que el acuerdo "consigue homogeneizar" los pluses que deben ser abonados en los aeropuertos. De esta forma, el plus de aeropuerto será de 0,68 euros por hora trabajada; el de radioscopia, de 1,19 euros; el de filtro rotación se pagará a 0,6 euros por hora trabajada; y el importe del variable de trabajadores por filtro quedará vinculado a las necesidades de calidad de Aena. Además, los salarios se verán incrementados en un 2% anual durante la vigencia del convenio.

Para cumplir con las mejoras laborales, el gestor aeroportuario relicitará en breve todos los contratos de los filtros de seguridad, que actualmente suponen un gasto anual de 112 millones de euros.

Los nuevos pliegos incluirán un mayor presupuesto para hacer frente a las nuevas condiciones laborales y contemplarán penalizaciones para las empresas que no cumplan en tiempo y forma con los pagos de las nóminas y las mejoras de la calidad. La idea es que los adjudicatarios, que se decidirán en 2018, entren cuanto antes a trabajar con las nuevas condiciones.