Morales afirma que la nacionalización petrolera no ha fracasado
La Paz, 16 oct (EFECOM).- La nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia no ha fracasado, afirmó hoy el presidente del país, Evo Morales, y prometió "una sorpresa" del convenio energético con Argentina que firmará el próximo jueves.
El mandatario defendió la nacionalización de las reservas petroleras en una concentración realizada en la ciudad de El Alto, para conmemorar tres años de la movilización popular que concluyó con la dimisión del entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.
Morales dijo que el decreto de nacionalización que firmó en mayo pasado sigue vigente, al contrario de lo que sostienen algunos analistas políticos y económicos.
Para demostrar su decisión, anunció que hoy ha enviado al Congreso el proyecto de ley para "refundar" Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), la empresa estatal que tendrá a su cargo el monopolio de toda la cadena petrolera.
Según el decreto de mayo, esa "refundación" debió producirse el 1 de julio pasado.
Morales agregó que el jueves firmará con su colega de Argentina, Néstor Kirchner, en la ciudad oriental de Santa Cruz, un nuevo contrato de exportación de gas natural, que cuadruplicará el volumen enviado actualmente e incluirá un convenio para industrializar ese energético en suelo boliviano.
"El jueves viene del gas una sorpresa", prometió el gobernante, al indicar que con Kirchner firmará "un nuevo acuerdo de industrialización y de exportación".
Las autoridades bolivianas han negociado con Argentina la instalación de una planta de separación de líquidos que contiene el gas, antes de venderlo a ese mercado, para obtener un valor agregado y procurar mejores ingresos de su recurso natural.
El jefe de Estado, que sigue siendo líder del sindicato de cultivadores de hoja coca, aseguró que la nacionalización petrolera avanza "paso a paso".
En la concentración, Morales agradeció a los pobladores de El Alto por el sacrificio que realizaron en 2003, cuando las organizaciones sindicales y populares de esa urbe aledaña a La Paz atosigaron a Sánchez de Lozada con manifestaciones diarias, hasta obligarlo a dimitir.
Los alteños, que se levantaron entonces contra el proyecto de exportar gas a Norteamérica por territorio de Chile, hoy rindieron homenaje a los 60 muertos en esas protestas y reclamaron la extradición del ex gobernante, desde Estados Unidos.
Morales dijo que ha instruido a sus embajadores para que busquen el apoyo de todo el mundo de "la expulsión de Sánchez de Lozada" de territorio estadounidense.
"Lo mejor que puede hacer Estados Unidos es expulsar" a Sánchez de Lozada, "si de verdad defiende la democracia y los derechos humanos", enfatizó el mandatario.
Por otro lado, Morales admitió que su gobierno no puede expulsar a Aguas del Illimani, filial boliviana de la multinacional francesa Suez Lyonnaise des Eaux, acusada de incumplir su concesión en las ciudades de El Alto y La Paz.
"El problema es que si la expulsamos, no vamos a poder conseguir crédito para El Alto, y por eso hemos decidido demostrar legalmente que tiene que irse", indicó, al confirmar que las autoridades negocian una salida de Suez.
El mandatario también aseguró a los pobladores de El Alto que su gobierno nacionalista, indigenista y de izquierda, instalado hace casi nueve meses, sigue firme en su propósito de cambiar las estructuras de Bolivia.
Afirmó que su proyecto continúa a pesar de las acciones de la oposición, como el "terrorismo financiero" que constantemente anuncia descalabros del sistema bancario y el deterioro general de la economía. EFECOM
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