Los menores apuestan por 'Marlboro' y 'Camel'
Un 54,5 por ciento fuma Marlboro, un 21,6 por ciento Newport y un 9,8 por ciento Camel. La marca del vaquero, la más vendida en el mercado español, es propiedad del grupo estadounidense Philip Morris. Newport es un enseña de cigarrillos mentolados que no existe en nuestro país y Camel pertenece al grupo RJ Reynolds International.
Descoordinación en España
En España, aunque las empresas sí que tienen estudios sobre el perfil de sus consumidores, el Gobierno no ha hecho nunca nada al respecto. "Lo que nos interesa es lograr que la edad media en la que los niños empiezan a fumar pase de los 13 a los 14 años. Nos da igual si fuman una marca u otra", asegura una portavoz del Ministerio de Sanidad.
Ni el departamento que dirige Elena Salgado ni el Ministerio de Economía se han preocupado por el tema. "Es algo que deben hacer en Economía", dicen en Sanidad. "¿Nosotros? Para nada. Les corresponde a ellos", dicen desde la cartera de Pedro Solbes. Se trata de un asunto de especial relevancia para la salud humana, pero la descoordinación protagoniza cualquier tipo de iniciativa.
Subida de impuestos
Y el problema tiene una importancia vital. Para saber contra qué hay que luchar, antes que nada hay que saber quién es el enemigo. El Gobierno está preparando una nueva subida de los impuestos mínimos que gravan los cigarrillos -actualmente las tabacaleras pagan 55 euros por cada mil cigarrillos- para evitar la proliferación de marcas como Pall Mall o JPS, que se venden por 1,95 euros. Su idea es reducir, sobre todo, el consumo entre los más jóvenes. Pero ¿qué pasaría si una medida como esta no sirviera para nada? Según los expertos, "los que fuman tabaco barato son los inmigrantes y los jubilados, pero no los menores, que prefieren decantarse por enseñas que les aporten un mayor glamour".
Philip Morris y Altadis son las compañías que están ejerciendo una mayor presión para lograr que el Ejecutivo suba los impuestos y poder acabar así con las marcas baratas, que están lastrando sus márgenes de beneficio. La norteamericana ha llegado incluso a contratar a Pedro Pérez, ex secretario de Estado de Economía con el último Gobierno de Felipe González y antiguo presidente de Tabacalera, para presionar al Gobierno en este sentido. Y por si esto no fuera suficiente, la empresa ha rebajado además el precio de Marlboro con una nueva variante, Wides, 25 céntimos más barata que la tradicional.
Batalla entre titanes
Entre sus competidores, grandes multinacionales como Imperial Tobacco o British American Tobacco (BAT) han apostado firmemente por la batalla de precios. La primera ha conseguido que su marca John Player Special (JPS) se haga con el 4,1 por ciento del mercado y BAT mantiene a Pall Mall con el 3,4 por ciento.
En España, el consumo de cigarrillos ha caído en los ocho primeros meses del año un 3,3 por ciento tras la entrada en vigor de la ley antitabaco. El objetivo del Gobierno es que al cierre del ejercicio se reduzca, por lo menos, un 5 por ciento. Aunque, es posible que se logre ese objetivo, desde la industria se está notando ya un incremento del contrabando, que había caído a unos mínimos históricos, por debajo del uno por ciento en el último ejercicio y que podría volver a repuntar otra vez.