Empresas y finanzas

La portuguesa TAP entra en la guerra por el mercado aéreo entre Europa y EEUU

  • Crece en España, Alemania y Norteamérica para impulsar Lisboa como 'hub'

África Semprún

La guerra por el mercado aéreo entre Europa y Norteamérica se recrudece. A la ofensiva lanzada por algunas low cost como Norwegian o la islandesa Wow Air para conectar ambos continentes desde 150 euros por trayecto se suma la nueva estrategia de la aerolínea lusa TAP, que está creciendo a buen ritmo en EEUU y el Viejo Continente para hacerse con un trozo del pastel y reducir la dependencia de sus mercados tradicionales: Brasil y Angola.

"Los problemas que atraviesa Brasil nos han llevado a cambiar la estrategia. Aunque seguimos apostando por el país sudamericano, nos estamos centrando en crecer en Europa y EEUU para reducir la dependencia de Brasil y Angola", aseguran fuentes oficiales de la aerolínea portuguesa a elEconomista. En este punto, la compañía descarta abrir rutas en Latinoamérica, donde hay una gran competencia y no ha tenido éxito en otras ocasiones.

La ofensiva lanzada por TAP para crecer en EEUU con precios bajos y potenciar el peso del aeropuerto como un hub se puso en marcha en 2016, después de que el Gobierno portugués cerrara la venta de la mitad de la compañía a inversores privados, entre los que se encuentran el magnate brasileño-norteamericano David Neeleman -dueño de las compañías de bajo coste Azul y Jet Blue- y el portugués Humberto Pedrosa, dueño de Transportes Barraqueiro.

A su vez, el gigante chino HNA, que estuvo interesado en entrar en el capital de Globalia, tendrá un 7% de la aerolínea semiestatal a través de su participación en Azul Linhas Aéreas, de la que hace más de un año compró el 24%.

Así, tras la entrada de estos empresarios, agrupados bajo el consorcio Gateway, la compañía ha anunciado la apertura de diez rutas a EEUU y Canadá, con el objetivo a medio plazo de operar 70 frecuencias semanales al país norteamericano por sentido. En 2016 abrió una ruta a Nueva York -al aeropuerto JFK- y otra a Boston y este año conectará Lisboa con Toronto, por lo que ya sumarán cinco rutas entre Portugal y Estados Unidos y el plan es seguir creciendo.

Paralelamente, la aerolínea lusa está creciendo en España y Alemania con el objetivo de conectar sus rutas transatlánticas con distintos destinos españoles, como Sevilla, Barcelona, Madrid o Málaga, ya que además del punto a punto, TAP quiere impulsar los vuelos de conexión y convertir a Lisboa en un gran hub europeo, una batalla en la que compite con gigantes como Barajas, El Prat o Charles de Gaulle.

Así, la compañía tiene previsto incrementar un 10% los vuelos semanales entre Portugal y España, hasta las 193 frecuencias y ha empezado a volar a Vigo, Gran Canaria y Alicante. En Alemania también prevé incrementar sus vuelos un 35%, hasta las 101 frecuencias semanales.

"El 90% de los pasajeros que llevamos a EEUU no son portugueses y queremos que esto siga así y crecer más", explican desde la compañía. A su vez, para potenciar Lisboa como destino y favorecer que los viajeros quieran hacer escalas largas en el país -algunos vuelos tienen un desfase de un día- han lanzado el programa Stopover, a través del cual los viajeros de largo radio tienen acceso a ofertas especiales.

En esta línea, los nuevos inversores, que se han comprometido a invertir unos 360 millones en la compañía, han anunciado la compra de 53 aviones Airbus (14 A330 neo para las rutas de largo radio y 39 aeronaves de la familia 320 para el medio radio), lo cual implica que, en los próximos años, llegarán a tener una flota de unos 140 aviones.

De cara a hacer frente a la fuerte competencia que existe en el mercado de largo radio, TAP ha renovado totalmente sus aviones y ha incluido una nueva clase económica que permite cruzar el charco por unos 250 euros el billete. Los trayectos de corto radio los hace TAP Express.