Empresas y finanzas

Termina el cortejo de Renault-Nissan a GM pero no la lucha



    Por César R. Díaz

    Toronto, 4 oct (EFECOM).- El cortejo de Renault-Nissan a General Motors terminó hoy por la negativa del grupo franco-japonés a pagar una compensación de unos 5.000 millones de dólares a la estadounidense, aunque el trasfondo parece ser las dudas de GM sobre la bondad del acuerdo.

    En preparación del anuncio de hoy, sobre la ruptura de negociaciones, la junta directiva de General Motors adoptó anoche una serie de acuerdos para blindarse contra posibles ofensivas de Kirk Kerkorian, el promotor de la idea de una alianza a tres bandas con la empresa franco-japonesa.

    Al multimillonario inversor, -el mayor accionista individual de General Motors, con algo menos del 10 por ciento del accionariado-, no le gusta la gestión del presidente de GM, Rick Wagoner, y la semana pasada anunció que pensaba comprar seis millones de acciones adicionales con la opción de adquirir otros 6 millones en el futuro.

    Así que la junta directiva de GM cambió los reglamentos y políticas de gobierno de la empresa.

    A partir de ahora, un accionista de la empresa tendrá que avisar a GM antes de solicitar el apoyo de otro accionista en algún asunto.

    Kerkorian tendrá ahora que notificar con antelación a los directivos de General Motors si va a pedir que otros accionistas de la empresa apoyen la idea de una alianza con Renault-Nissan.

    Además, la junta directiva tiene diez días para considerar si la solicitud es válida.

    Estos y otros cambios efectuados por GM han sido interpretados por analistas del sector como claros movimientos para limitar la capacidad de acción de Kerkorian, que ahora tendrá que replantearse su estrategia.

    La ruptura de las conversaciones confirman que el director de GM está convencido de que el mayor fabricante de automóviles del mundo no necesita ninguna alianza para salir de la crisis en que se encuentra, especialmente en Estados Unidos.

    Por contra, Kerkorian opina que la única manera de hacer frente a Toyota -que avanza a pasos agigantados para convertirse en el número uno del sector- es buscar apoyos en otros fabricantes. Y sobre todo, considera que el presidente de Renault-Nissan, Carlos Ghosn, es el hombre adecuado para GM.

    Wagoner, que hace unos meses era atacado por todos los flancos, ha recibido un inesperado respiro con las cifras de las últimas semanas, que le permiten defender lo adecuado de su estrategia empresarial.

    Aunque ayer se supo que en septiembre General Motors volvió a perder ventas, y lo que casi es más grave, que Toyota creció un escalofriante 20 por ciento con respecto al mismo periodo del 2005, los analistas consideran que los buenos resultados de la empresa en la categoría de camionetas ofrecen razones para el optimismo.

    La caída de GM estuvo empujada por su declive en el mercado de los coches pero en el de camionetas de gran tamaño, que ofrece una mayor rentabilidad por unidad vendida que el de coches, la empresa mantuvo sus números.

    Y la rentabilidad por vehículo vendido es la clave de la solución de la crisis.

    Esta misma semana un estudio exponía claramente los problemas de los Tres Grandes de Detroit (General Motors, Ford y Chrysler) para competir en el mercado estadounidense.

    Según el estudio "Desafíos de la Competición Automovilística", realizado por el Grupo Harbour-Felax, por cada vehículo fabricado en el 2005, Toyota tuvo 2.985 dólares más de beneficios que GM, 2.165 dólares más que Ford y 1.570 dólares más que Chrysler.

    Las buenas noticias para Wagoner es que los autores del estudio también constataron que los fabricantes estadounidenses reducen diferencias y que en los dos primeros trimestres del 2006 GM ha mejorado su ganancia en 846 dólares por vehículo con respecto a la primera mitad del 2005. EFECOM

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