Empresas y finanzas
El made in Russia encandila a las empresas: sus fábricas quieren competir con China
- La debacle del rublo ha permitido que el país gane competitividad
- Aún queda un largo camino para que Rusia sea una amenaza para China
Bloomberg
Muy pronto podría ver en su tienda más cercana lavadoras, chicles y probablemente mucho más con la etiqueta made in Russia o 'hecho en Rusia'. Una serie de factores están provocando que este país se convierta en un lugar atractivo para producir.
Una combinación de la peor crisis de la divisa del país desde 1998 y una bajada sin precedentes de los salarios a lo largo de los dos últimos años se ha traducido en sueldos 'altamente competitivos', según Renaissance Capital. Medidos en dólares, los sueldos rusos han caído con fuerza y ahora son la mitad de bajos que los de la República Checa, según estima la Escuela Superior de Economía de Moscú.
Esto ha provocado que empresas como la surcoreana Samsung o el fabricante de dulces estadounidense Mars se dirijan a Rusia en busca de mano de obra barata. Los datos publicados este miércoles mostraban un declive en la producción industrial más moderado de lo previsto por los economistas, llevando el crecimiento de estos diez meses a un 0,3% en comparación con un año antes. El Ministerio de Economía prevé que una mejora hará que el crecimiento de la producción anual alcance el 0,4% tras una contracción del 3,4% en 2015.
"Esto es una prueba firme de que podemos conseguir algo verdaderamente competitivo en Rusia", ha declarado Magnus Benon, director de operaciones de compra en Rusia para Ikea, el mayor vendedor de muebles del mundo, que comenzó exportando productos de tapicería a Escandinavia y camas metálicas a China. "Los proveedores rusos son competitivos en estos momentos debido, principalmente, a la situación de la divisa. No creo que se trate de algo temporal".
De un solo golpe, Rusia está acabando con los problemas que ha acumulado por años y años de apreciación del rublo y subidas de salarios que superaban las ganancias en productividad. Aunque aún queda un largo camino para amenazar el estatus de China como la fábrica del mundo, el logro de un centro de producción regional está a su alcance.
'La fábrica de la región'
"No sería exagerado decir que Rusia podría convertirse en la fábrica de la región", declara Yaroslav Lissovolik, economista jefe en Eurasian Development Bank. "El objetivo de nuestros fabricantes en Rusia es crear alianzas con empresas extranjeras, para convertirse en parte de cadenas regionales y globales de valor añadido, y así incrementar no solo el potencial competitivo del país, sino su capacidad de exportación".
La ventaja de la divisa no puede compensar por completo muchos de los inconvenientes que han lastrado durante tiempo a Rusia, y que van desde la debilidad de sus instituciones, a un pobre clima de inversión. Rusia es un país que ocupa el puesto 119 en el Índice de Percepción de la Corrupción Anual de Transparencia Internacional, publicado en enero, por detrás de países como Pakistán y Tanzania.